Los alimentos con prebióticos y probióticos están ocupando cada vez más espacio en nuestra sociedad actual y cada vez encontramos más alimentos en los supermercados que lo contienen. La popularidad que han conseguido estos alimentos, es debido a que no solo dan un aporte calórico y nutricional, sino que también nos ofrecen beneficios para la salud.
Aproximadamente 2 kilos de nuestro peso lo constituyen los microorganismos que viven en nuestro cuerpo, la mayoría de ellos formando parte de la flora intestinal. Estos microorganismos nos ayudan a digerir la comida, a asimilar los nutrientes, e incluso sintetizan alguna vitamina como la K2. Un desequilibrio en esta flora puede ocasionar importantes problemas de salud.
Un alimento con probiótico es aquel que incluye microorganismos vivos destinados a repoblar o mejorar esta flora intestinal. Los probióticos que se utilizan con más frecuencia son los que pertenecen a las especies Lactobacillus y Bifidobacteium.
Algunos ejemplos de alimentos probióticos son los yogures, las leches fermentadas, como el kefír y las bebidas a base de zumo, leche fermentada y cultivos de bacterias.
Un alimento con prebiótico es aquel que contiene algún producto que no es digestible, pero que estimula el crecimiento o actividad de algunas bacterias de nuestra flora intestinal y que por eso mejora nuestra salud. Por ejemplo, un alimento rico en fibra, en fructooligosacáridos o inulina, compuestos todos ellos que no podemos asimilar pero que estimulan el crecimiento de la flora intestinal.
Algunos ejemplos de alimentos con prebióticos son los vegetales, legumbres, cereales integrales y frutas; además de aquellos alimentos enriquecidos con prebióticos, como pueden ser productos lácteos, galletas, alimentos infantiles…
Como conclusión, decir que, los alimentos enriquecidos con probióticos y prebióticos por si solos no curan ni previenen ninguna enfermedad y no producen los mismos efectos en todas las personas. En momentos determinados puede tener un efecto positivo, en aquellas personas que presentan una digestión lenta y para recuperar la flora bacteriana tras una diarrea. Pero teniendo en cuenta que estos productos enriquecidos pueden llegar a costa el doble, en principio, una dieta variada y equilibrada serían suficientes para tener un buen estado de salud.