La diabetes es una enfermedad que aparece debido a que el páncreas no fabrica la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, o bien la fabrica en una calidad inferior.
La insulina es una hormona que controla el azúcar en la sangre, permitiendo que sea transportado al interior de las células, de modo que produzca energía o quede almacenado hasta que su utilización sea necesaria. Al producirse un déficit de esta hormona, da lugar a un aumento excesivo de azúcar en sangre.
Tipos de diabetes:
- Diabetes tipo 1. Generalmente aparece en la infancia, adolescencia o adultos jóvenes. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce poca insulina. El paciente necesita inyecciones diarias de insulina. La causa exacta se desconoce.
- Diabetes tipo 2. Se presenta normalmente en la edad adulta. Se da la circunstancia de que también la sufren o la han sufrido otras personas de la familia. Es mucho más común y se debe a una producción de insulina escasa, junto con el aprovechamiento insuficiente de dicha sustancia por parte de la célula. El paciente normalmente se trata con pastillas antidiabéticas, pero a veces también necesita inyecciones de insulina.
- Diabetes gestacional. Se considera una diabetes ocasional. Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía, pero a veces, este aumento no se produce y aumentan los niveles de azúcar en sangre.
El cuidado de la alimentación de la persona con diabetes forma parte de su tratamiento. Por lo tanto no se puede hablar de tipos de alimentos y cantidades sin hablar también de actividad física, horarios habituales, medicamentos que toma, si padece o no otras enfermedades como colesterol o hipertensión… En definitiva, es un conjunto de factores que deben considerarse globalmente y hace que cada diabético tenga una dieta única y personalizada.
Se recomienda la práctica regular de ejercicio, pues aumenta el llamado colesterol bueno (HDL) en sangre, mejora la circulación periférica, el aprovechamiento de los azúcares por parte del músculo y permite reducir las dosis de insulina.
ALIMENTOS QUE SE PUEDEN TOMAR.
- Leche desnatada. Yogurt y derivados lácteos no grasos y no azucarados, los hay edulcorados con sacarina que se pueden tomar sin problema.
- Carnes magras y no más de 100-150g por ración.
- Pescado, al menos 4-6 veces por semana, incluyendo con frecuencia el pescado azul, cuya grasa es cardiosaludable.
- En todas las comidas se deben consumir hidratos de carbono de absorción lenta: cereales sin azúcar, patatas, arroz, pasta (cuando sea posible consumirlos en su forma integral), lentejas, garbanzos, alubias, habas, guisantes (se recomienda combinarlo con verduras).
- Verduras y hortalizas: dos raciones al día y preferiblemente una de ellas en crudo (ensalada).
- Frutas: frescas, con piel y bien lavadas. No más de 2 piezas al día. Evitar los zumos, sus azúcares pasan muy rápido a la sangre.
- Frutos secos.
ALIMENTOS QUE NO DEBEMOS TOMAR.
- Evitar la leche y los lácteos con mucha grasa, con azúcar, mermeladas, enriquecidos con nata…
- Carnes y embutidos grasos. Vísceras.
- Nata, manteca y tocino.
- Frutas en almíbar, frutas secas, confitadas y escarchadas.
- Zumos azucarados, bebidas refrescantes con azúcar, batidos lácteos azucarados y bebidas alcohólicas.
- Galletas, pastelería y bollería.
- Chocolate y chocolate en polvo, miel, mermelada y gelatinas de frutas.