¿Qué es el Síndrome de Intestino Irritable?
El síndrome de intestino irritable (SII) se trata de un trastorno que ocurre a nivel de la motilidad intestinal. Es una afección que reduce considerablemente la calidad de vida de las personas que la sufren, ya que aparece un cuadro de sintomatología muy variada y que aparece de un momento a otro.
Solamente una pequeña cantidad de pacientes con la enfermedad poseen cuadros graves. Hay enfermos que pueden controlar los síntomas con modificaciones en la dieta, hábitos y con tratamiento del estrés.
Los cuadros más graves se suelen tratar con farmacos y terapia psicológica. Esta enfermedad no provoca modificaciones en el tejido intestinal ni aumenta la predisposición a cancer de colon ni recto.
Sintomatología
Entre las manifestaciones más recurrentes encontramos el malestar, dolor o distensión abdominal que vienen determinados, generalmente, por cuadros de problemas en el hábito de eliminación de residuos, es decir, estreñimiento, diarrea o alternancia entre ambos estados.
Las heces presentan también diversos cambios en su consistencia aunque en ellas no aparecen evidencias de ningún daño orgánico tales como sangre en las mismas, por este motivo se cataloga al SII como un trastorno funcional, aunque cada vez parece que se van haciendo más evidente en los estudios la presencia de fenómenos microinflamatorios.
Otros síntomas que cada vez más se están asociando al SII y que están fuera del ámbito digestivo son: fibromialgia, cistitis, cefalea tensional y síndrome de fatiga crónica.
En la mayoría de los casos, el detonante de que aparezca esta enfermedad no se conoce pero varios estudios fisiopsicológicos aseguran que cada vez se muestra una mayor relación entre los nuevos casos de pacientes con SII y que previamente habían sido sometidos a unos acontecimientos estresantes severos y prolongados (maltratos, no superación de fallecimientos de seres queridos, etc).
Al respecto de la causa de la aparición de esta enfermedad queda mucho por estudiar aún, tanto a nivel genético como ambiental.
Causas de Sindrome de Intestino Irritable
A dia de hoy , no se sabe ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes con colon irritable padecen estos síntomas de forma crónica y recidivante. No obstante, lo más aceptado y demostrado es que hay alteraciones de la motilidad y/o de la sensibilidad digestiva, condicionadas de algún u otro modo por factores psicológicos.
Además, existen otros signos clinicos y sintomatología que también podrían influir en el padecimiento de la enfermedad: genetica, gastroenteritis, intolerancias alimentarias, desequilibrios hormonales.
Factores desencadenantes
El cuadro sintomatico pueden estar desencadenados por los factores que se citan a continuación:
- Alimentos: La función de la alergia o intolerancia alimentaria en esta patología no se comprende del todo. Rara vez, una verdadera alergia alimentaria provoca el síndrome del intestino irritable. No obstante, muchas perosnas padecen síntomas del síndrome del intestino irritable que se agravan al ingerir algunos alimentos y bebidas, como trigo, productos lácteos, frutas cítricas, frijoles, repollo, leche y gaseosas.
- Estrés: La mayoría de los pacientes que padecen el síndrome presentan signos y síntomas que empeoran con estrés o son más dados a sufrirlos en períodos de mayor estrés.Aunque puede fomentar los sintomas no se considera el efecto causal estrés en sí.
- Hormonas: Ellas son dos veces más propensas a sufrir la enfremedad que los varones, lo que podría decirnos que los cambios hormonales condicionan. Muchas mujeres se dan cuenta que el cuadro sintomatico empeora cuando tienen el periodo o en fechas cercanas.
Factores de riesgo
Muchos pacientes sufre el cuadro clinico de manera ocasional. Pero es más probable padecerlo sí:
- Juventud: suele manifestarse con más incidencia en pacientes de menos de 50 años.
- Sexo: es más frecuente en las mujeres. La terapia con estrógeno antes o después de la menopausia también es un factor de riesgo del síndrome.
- Antecedentes familiares: la genetica pueden condiconar, al igual que los factores compartidos en el ambiente familiar o una mezcla genes/ambiente.
- Problemas spicológicos: la depresión, ansiedad y otros trastornos están vinculados con esta enfermedad. Los antecedentes de maltrato físico o emocional también pueden ser un factor de riesgo.
Complicaciones
El estreñimiento y la diarrea crónica pueden ocasionar hemorroides. Además, esta enfremedad está vinculada con:
Mala calidad de vida: los estudios indican que los pacientes con síndrome intestinal presentan un ausentismo en sus trabajos 3 veces mayor que las personas sin síntomas intestinales.
Trastornos del estado de ánimo: padecer el cuadro clinico puede generar depresión o ansiedad y estas pueden empeorar y agravar la enfermedad.
Diagnóstico
Para el diagnóstico de esta afección se suelen utilizar los criterios de Roma, que se crearon en 1989 para poder establecer unos parámetros y unas condiciones similares a la hora de diagnosticar una enfermedad que tiene una sintomatología tan variada y que fácilmente podría ser confundida con otra.
Cabe destacar que los criterios de Roma tienen tres versiones aunque la más extendida y usada es el criterio de Roma I, también suelen usarse los criterios de Manning.
Pese a que en la descripción de los criterios que podemos observar más abajo no aparece especificado, desde 1999 todos ellos se modificaron y se les incluyó que los síntomas de dolor abdominal tendrían que aparecer durante al menos 12 semanas de los últimos 12 meses acompañados de desórdenes del hábito deposicional.
Para diagnosticar esta afección podemos utilizar el método que mejor se adapte a nuestro estudio pero debemos tener en cuenta que la valoración de los pacientes siempre tiene que llevarse a cabo utilizando el mismo método y no variándolo entre mediciones del mismo paciente ni entre sujetos si el objetivo de nuestro estudio consiste en determinar la prevalencia de la enfermedad en cierta muestra o población.
Desde hace algo más de una década, se lanzaron los Criterios de Roma III que son: Dolor o molestia abdominal al menos 3 dias al mes en los últimos 3 meses relacionado con dos o más de los siguientes: cambio de consistencia de heces, cambio de la frecuencia y/o mejoría de la defecación.
Los cambios que presentan estos criterios respecto a los de Roma II son:
1) Se ha reducido el tiempo necesario para hacer el diagnóstico. En estos nuevos criterios es suficiente con que los síntomas hayan aparecido en los últimos 6 meses y que, en el momento del diagnóstico, lleven 3 meses activos.
Con esto se buscaba una mayor celeridad a la hora del diagnóstico para poder empezar a tratar al paciente cuanto antes minimizando de esta manera las molestias que le pudieran ocasionar;
2) La consistencia de las heces es el parámetro que determina la el subtipo de SII que se padece, es decir, si se tratara de SII que versa con diarrea, estreñimiento o el tipo mixto.
3) Se separa el SII de los trastornos intestinales digestivos quedando ahora en una categoría independiente, porque su relación con el procesamiento a nivel central es mayor que con las alteraciones funcionales del intestino propiamente dichas.
Estos síntomas pueden afectar a nivel psicológico a los pacientes, lo que puede precisar en ciertas ocasiones de un diagnóstico psicológico que viene a raíz de este estado.
A nivel psicológico los pacientes con este tipo de afección pueden sufrir rechazo a realizar diversos planes de socialización debido a que no conocen como pueden encontrarse en el día o en el momento de realizar dicha actividad, esto les hace desarrollar cierta ansiedad y depresión.
Tratamiento Nutricional
Por todo lo redactado anteriormente, podemos deducir la importancia de la microbiota en el SII. Es por tanto que el tratamiento nutricional irá enfocado a esta microbiota y por lo tanto lo que se recomienda es un aumento en la cantidad total de fibra alimentaria, para evitar el estreñimiento en estos pacientes.
Pero es muy importante, tener presente que muchos de los pacientes con SII presentan gases, siendo desaconsejada una dieta rica en fibra.
Además de la fibra, otro aspecto a tener en cuenta es la presencia de probióticos y prebióticos de la dieta.
Los prebióticos sirven para aumentar la cantidad de microorganismos presentes en la flora intestinal que en su conjunto otorgan un beneficio al intestino, mientras que los probióticos son microorganismos vivos que se añaden a la flora intestinal y que puede actuar sinérgicamente con los prebióticos para aumentar su población en la misma y aumentar el efecto beneficioso que tienen sobre la digestión en particular, y el organismo en general.
Otra estrategia que tiene una gran repercusión y que actualmente presenta un campo de estudio constante y amplio, es la dieta baja en FODMAPs.
FODMAPs
Los FODMAPs son aquellos carbohidratos y polioles que no se digieren completamente en el intestino delgado, sino que continúan hasta el intestino grueso y allí sirven de alimento para las bacterias de su microbiota.
En este proceso se liberan gases que pueden aumentar las molestias de las personas, en especial si padecieran SII.
Los FODMAPs se encuentran en prácticamente todos los grupos de alimentos a excepción de aquellos que son más proteicos o muy grasos. Dentro de los alimentos con FODMAP podemos encontrar algunos con un mayor o menor contenido. En las siguientes tablas podrás ver una representación de todos los alimetos:
En el siguiente enlace podrás encontrar un artículo dedicado a la dieta FODMAP:
El papel de los probióticos
Los probióticos y los prebióticos se encuentran también enriquecidos en muchos alimentos en los últimos años, ya que la industria y la sociedad se ha concienciado de los beneficios que genera la aportación de estos alimentos para un correcto funcionamiento del sistema digestivo.
De manera natural los probióticos se pueden encontrar sobre todo en los alimentos fermentados en los que los microorganismos se encuentran vivos para poder fermentar los alimentos. La fuente natural más común de prebióticos la encontramos en los cereales.
La mayoría de los estudios presentan evidencia de que los probióticos son muy efectivos en paliar los síntomas; no obstante, se deben hacer ensayos más homogéneos sea de los pacientes como de las cepas..
Es imprecindible para usar este tipo de productos como opción terapéutica definir el subtipo de enfermos en el que son efectivos, las especies eficaces, la dosis y el tiempo del tratamiento.
A diferencia de otras patologias digestivas con un alto grado de evidencia científica, no se pueden sacar conclusiones válidas para todos los probióticos respaldandose en los efectos positivos tanto de cepa única como mixta.
Alimentos a evitar o minimizar su consumo
Bebidas: gaseosas, alcohólicas como la cerveza, caldos grasos, así como las bebidas excitantes y muy frías.
Lácteos: en caso de intolerancia: productos lácteos que contengan lactosa. Requesón o ricota.
Carnicos, pescados y huevos: embutidos,patés,cerdo graso, cordero, carne grasa y ahumada, vísceras, bacon, salchichas.
Cereales, legumbres y tubérculos: cereales integrales y sus derivados.Legumbres enteras.
Verduras y hortalizas: verduras muy fibrosas y flatulentas (alcachofa, espárragos, pimientos, coles, pimientos, apio, pepino, berenjena, puerro, cebolla, rábanos, etc.)
Frutas: zumos ó néctar de fruta.Frutas cítricas (especialmente naranja).Frutas flatulentas como higo y melón.
Grasa: fritos, mantequilla, mayonesa, margarina, frutos secos.
Condimentos: suprimir especias picantes e irritantes.
Dulces: bollería y repostería industrial.Galletas integrales.
Tratamientos farmacologicos
El tratamiento farmacológico, hasta hoy, es unicamente sintomático y se pone en práctica en función del grado y el cuadro del paciente.
Así, para el dolor abdominal se usan anticolinérgicos y antiespasmódicos. No osbtante, hay ocasiones que se emplean ansioliticos y/o antidepresivos (amitriptilina).
Es usual un porcentaje significativo de pacientes que incluso necesitan terapia spicológica. En cuadros de diarreas se usan antidiarreicos y en cuadros de estreñimiento se emplean reguladores de motilidad, fibras y/o laxantes.
No es descabellado que recurran a las medicinas alternativas ya que se dan muchas recaidas con los tratamientos farmacológicos y los dietéticos.
Prevención
Controlar el estrés puede ayudar a prevenir o aliviar los síntomas del síndrome del intestino irritable, por lo que nos ayudará:
- Terapia psicológica. Un profesional puede ayudarte a aprender a cambiar la respuesta al estrés. Los estudios demostraron que la psicoterapia puede proporcionar una reducción significativa y duradera de los síntomas.
- Biorretroalimentación. Los sensores eléctricos te ayudan a recibir información (retroalimentación) sobre las funciones corporales. Esta retroalimentación te ayuda a concentrarte en la realización de cambios sutiles, como relajar algunos músculos, para aliviar los síntomas.
- Ejercicios de relajación progresiva. Estos ejercicios te ayudan a relajar todos los músculos del cuerpo, uno por uno.
- Entrenamiento de consciencia plena. Es un método de reducción del estrés que te permite centrarte en el momento y a olvidar todo lo que nos preocupa y rodea.
Dieta para el síndrome del intestino irritado
Proponemos un ejemplo de dieta semanal Dietfarma para esta patología:
Recetas para el Síndrome del Intestino Irritable
Algunas de las recetas Dietfarma para el Síndrome del Intestino Irritable son las siguientes:
Arroz negro con calamares y sepia 645, 41 Kcal
Aguacate relleno de atún 493,67 Kcal
Salmón con berenjena en papillote 358, 02 Kcal
Tempeh salteado con brócoli y ajetes 453, 37 Kcal
Espinacas a la crema baja en fructosa 260, 51 Kcal
Recomendaciones
1. Hacer algún tipo de actividad física al menos 3 ó 4 días a la semana, durante 30-60 minutos. Actividad física que esté dentro de tus posibilidades.
2. Beber al menos 2 litros de agua al día. Para que no lo olvides y te resulte cómodo, te propongo beber un vaso de agua:
• Por la mañana antes del desayuno y otro al finalizar
• A media mañana
• Antes de la comida y al finalizar esta
• En la merienda
• Antes de la cena y al finalizar
3. Entre comida y comida debes dejar un espacio de 3 horas, para que hagas la digestión correctamente. Totalmente prohibido picotear entre horas.
4. Debes concienciarte y no excederte con las cantidades de comida. Especialmente cuidado con el aceite de oliva (2-3 cucharadas soperas al día).
5. Reduce el aporte de sal a las comidas, pudiéndolo sustituir por especias (ej. pimienta negra, comino, orégano, perejil…)
6. Ten prioridad por las verduras frescas. En segundo lugar, opta por las verduras congeladas. Las verduras en conservas se deben enjuagar bien antes de usar.
7. Procura tomar los alimentos integrales en la medida de lo posible, su contenido en fibra es mayor, provocando una mayor saciedad.
8. La masticación también juega un papel importante en el control de la saciedad, por lo que es importante que comas despacio y tritures mucho los alimentos.
9. En momentos de ansiedad podrás tomar gelatinas (sin azúcar), infusiones con edulcorante o caldos desgrasados (de miso, pollo, pescado o verduras).
10. Podrás hacer una comida libre a la semana (prioridad por el almuerzo) o hacer uso de los caprichos. Intenta no excederte con las cantidades.
11. La planificación de lo que vas a preparar es fundamental. La improvisación en este tema lleva irremediablemente al fracaso. Usa la lista de la compra.
Preguntas interesantes relacionadas con el Sindrome del Intestino Irritable
¿Las plantas medicinales sirven para la terapia del síndrome de intestino irritable?
El aceite de menta ha demostrado resultados favorables minimizando la sintomatología. Si se emplea medicina alternativa debemos serciorarnos de que lo que tomamos posea estudios de seguridad y que no cause efectos secundarios.
¿La celiaquíaa podría estar vinculada con el síndrome de intestino irritable?
Siempre se han considerado patologías diferentes y estancas, no obstante, los ultimos estudios reflejan que son muchos los puntos en común.
También se ha constatado que pacientes que no son celiacas, pero con sensibilidad al gluten, presenta el mismo cuadro sintomático que un diagnosticado de colon irritable.
Es importante puntualizar que un paciente puede sufrir celiaquía y colon irritable o sensibilidad y colon irritable, es decir, pueden padecerse de forma simultánea.
¿El periodo en la mujer puede predisponer a potenciar los síntomas de esta patología digestiva?
Las mujeres con el sindrome de intestino irritable padecen de forma más frecuente alteraciones y desajustes en la mestruación que las mujeres sanas, aunque estas alteraciones normalmente mejoran con el tiempo.
Por otra parte, en mujeres sin el sindrome intestinal, las alteraciones hormonales en el ciclo menstrual pueden ocasionar síntomas gastrointestinales.
Tambien, las mujeres que si lo padecen pueden padecer cambios cíclicos en sus síntomas gastrointestinales pudiendo sufrir cuadros de diarrea, estreñimiento, dolor de barriga etc…
¿El estrés y la ansiedad pueden provocarlo o empeorarlo?
Las personas con esta enfermedad que visitan al médico por este motivo tienen más probabilidad de sufrir ansiedad y estrés que aquellas que no acuden.
El estrés y la ansiedad pueden agravar la salud intestinal así, es posible que el estrés y la ansiedad agraven los síntomas. No osbtante, no parecen ser la causa.
¿Puede estar relacionada la presencia de helicobacter pylori con el síndrome de intestino irritable?
No, no hay vinculación entre esta bacteria y el síndrome de intestino irritable, ya que está solo presente en estómago; no se ha presentado en intestinos.
Conclusiones
El síndrome de intestino irritable es una patología que compromete la calidad de vida de los pacientes no solo por las molestias a nivel intestinal y abdominal sino también por las secuelas a nivel psicológico que provoca en estas personas.
Sus síntomas son muy diversos y esto hace complicado un correcto diagnóstico de la enfermedad aunque se han fijado unos criterios llamados Criterios de Roma para unificar el diagnóstico de la manera más objetiva posible.
Para combatir nutricionalmente esta patología lo mejor es aumentar el consumo de fibra, probióticos y prebióticos además de consumir alimentos bajos en FODMAPs.
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