La incidencia de la dermatitis atópica se ha multiplicado por 20 en los últimos 60 años, afectando a entre un 17% y un 23% de la población.
Esto se ha relacionado con la modificación de la dieta occidental, como consecuencia de la industrialización, en la cual se ha disminuido la ingesta de ácidos grasos omega-3.
¿Qué es la dermatitis atópica?
La atopía es una condición hereditaria, en la cual se padecen una serie de enfermedades relacionadas en su mayoría con respuestas mediadas por IgE, alteraciones de la inmunidad celular y de la reactividad vascular.
Tienden a reaccionar de una manera exagerada frente a determinadas sustancias (alérgenos, irritantes, fármacos, etc.), produciendo un incremento de IgE, inflamación, prurito, broncoconstricción, etc.
Se manifiesta como distintas enfermedades: asma, rinoconjuntivitis y dermatitis atópica; conformando la tríada atópica.
La dermatitis atópica, en concreto, es una enfermedad cutánea inflamatoria crónicamente recidivante y pruriginosa, que se produce con mayor frecuencia durante la lactancia y la infancia temprana de los individuos, aunque puede iniciarse y finalizarse a cualquier edad.
Se caracteriza por un conjunto de anomalías y de lesiones cutáneas que aparecen en los individuos atópicos.
Síntomas de la piel atópica
Los síntomas más habituales de la dermatitis atópica son los siguientes:
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La piel se muestra muy seca (xerosis) y presenta picor (prurito) que puede llegar a ser muy intenso.
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La piel puede estar muy inflamada y roja.
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Erosiones o pequeños bultos en la piel, que pueden exudar (liberar liquido) con el rascado.
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Si se desarrolla eccema crónico, la piel puede aparecer muy engrosada.
Hay que tener especial cuidado con las lesiones a la hora de rascar, porque se pueden producir pequeñas heridas, que pueden sangrar e incluso llegar a infectarse.
Tipos de dermatitis
A continuación, mostramos los diferentes tipos de dermatitis que hay:
Dermatitis atópica del lactante
Suele empezar hacia los cinco meses de vida, pero puede hacerlo antes.
Algunos niños desarrollan lesiones de eccema seborreico, que de forma gradual va adquiriendo el aspecto de dermatitis o eccema atópico.
La localización más habitual es en la cara, respetando las zonas alrededor de los ojos, la nariz y la boca.
Suelen ser también frecuentes en el cuero cabelludo, las orejas, el dorso de las manos y en las zonas de las extremidades.
El prurito es un síntoma constante.
Dermatitis atópica infantil
Suele empezar desde los dos años hasta los siete años y la pubertad.
Las lesiones características suelen aparecer en los codos y las rodillas, pero pueden aparecer en otras zonas.
En esta fase es más fácil ver lesiones eccematosas con vesículas, pero el intenso prurito hace que enseguida se transformen en erosiones con exudación y formación de costras.
Dermatitis atópica del adulto
A partir de la pubertad las lesiones típicas de la dermatitis atópica son un engrosamiento de la piel, con aumento de su reticulado normal.
Se producen sobre todo en la nuca, el dorso de las manos y los pies, las muñecas y las zonas de extensión de las piernas.
Epidemiología de la dermatitis atópica
La prevalencia de la dermatitis atópica varía de unas zonas geográficas a otras, siendo más frecuente cuanto más al norte nos encontremos, y cuanto mayor sea el nivel de desarrollo industrial del país.
Fundamentalmente, es una enfermedad propia de la infancia, que disminuye su prevalencia e intensidad con la edad.
Así, en la población infantil española, pueden encontrarse manifestaciones entre un 5 y un 10% de la población en algún momento de la vida del individuo.
También, tenemos que añadir que no existen diferencias significativas en relación al sexo.
Se ha observado, que en el 70 u 80% de los casos hay presencia de antecedentes familiares o personales de enfermedades atópicas.
Causas y factores de riesgo de la piel atópica
Factores genéticos
Los hijos de padres con dermatitis atópica tienen mayor riesgo de desarrollarla.
Alteraciones de la función barrera de la piel
Factor determinante en el desarrollo de la dermatitis atópica porque permiten la entrada de alérgenos a través de la piel.
La función barrera se encuentra en las porciones inferiores del estrato córneo, constituida por queratinocitos diferenciados (corneocitos) unidos entre sí por los corneodesmosomas.
La hiperactividad de las proteasas epidérmicas y exógenas (producidas por Staphylococcus aureus y por el ácaro del polvo, entre otros) provoca una ruptura de los corneodesmosomas, permitiendo así la entrada de alérgenos, que son captados por las células de Langerhans y presentados a los linfocitos T.
Alteraciones del sistema inmune
En el 80% de los pacientes que presentan este tipo de patologías, hay niveles séricos elevados de Inmunoglobulina E (molécula del sistema inmune, cuya función es activar unas células, cuando el sistema inmune del paciente detecta alguna sustancia que le produce alergia o ciertas infecciones).
Estas células tras ser activadas, liberan una sustancia, la histamina, responsable del final de los síntomas de la dermatitis atópica, produciendo picor, enrojecimiento y erupciones cutáneas.
Dieta
El papel de la dieta es muy controvertido.
El paso del tiempo mejora la influencia de la dieta sobre la dermatitis atópica, es decir, existe una tolerancia progresiva a los distintos alimentos que, en un momento determinado, fueron capaces de relacionarse con la enfermedad.
Tratamiento para la dermatitis atópica
La dermatitis atópica es, desgraciadamente, una afección que no se cura.
El objetivo del tratamiento es que los brotes estén bajo control y que, en caso de que ocurra un episodio, intentar controlar sobre todo el picor y mantener la piel hidratada.
Los corticoides tópicos (en crema, pomada o loción) son la base principal del tratamiento contra el eccema en momentos de brote.
Estos controlan la gran mayoría de los casos, aunque no siempre se administran correctamente.
La mejor manera de obtener el máximo beneficio del corticoide sin notar ningún tipo de efecto adverso es seguir siempre la pauta que marque el médico o farmacéutico, sin usar más crema de la necesaria ni durante más tiempo del recomendado; pero sin saltarse ninguna aplicación, para asegurar unos niveles constantes de medicamento.
A la hora de aplicarla, es mejor una pequeña cantidad y bien extendida, que una gran cantidad de crema que dificulte su absorción.
Unos minutos después de la aplicación del corticoide, se puede aplicar una crema emoliente, para hidratar la piel y favorecer la absorción del corticoide.
Otros tratamientos disponibles para la dermatitis atópica son: antihistamínicos para controlan el picor y facilitar el sueño; y antibióticos (especialmente aquellos específicos para S. Aureus, una bacteria muy frecuente en la piel) para controlar los brotes infectados.
Importancia de la alimentación en la dermatitis atópica
Cada vez más profesionales de la salud observan una posible relación entre la dermatitis atópica y la alimentación.
Aunque tenemos que considerar que la causa de su aparición es multifactorial, sumándose la predisposición genética junto con la influencia de factores ambientales internos y externos.
Desde el punto de vista cutáneo los alimentos pueden intervenir de tres formas distintas sobre la dermatitis atópica:
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Son capaces de inducir fenómenos irritativos locales: Muchos niños atópicos no pueden tomar algunos alimentos como frutas y ácidos, porque les producen escozor sobre los labios o sobre las zonas del cuerpo donde gotean; fenómeno ligado a la propia sensibilidad cutánea del atópico frente a sustancias irritantes
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La toma de determinados alimentos es capaz de inducir cuadros de urticaria e incluso de shock anafiláctico, mediados por hipersensibilidad tipo 1.
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Hay alimentos que pueden inducir el agravamiento del cuadro cutáneo, siendo su suspensión determinante sobre el desarrollo de la enfermedad.
Son muchos los trabajos que han tratado de demostrar el beneficio de una dieta restrictiva en la dermatitis atópica, pero los resultados son muy variables y difíciles de interpretar, dadas las diferencias de población en cuanto a edad, grado de intensidad e historia natural de la enfermedad.
Asimismo, hay autores que establecen que la dieta tiene una pobre, o nula, influencia sobre la dermatitis atópica.
No obstante, sugieren tenerla en cuenta en casos de alimentos puntuales, cuando existe una sospecha clínica o hay pruebas que determinan que existe una intolerancia o alergia determinada.
Además, no recomiendan hacer restricciones de forma irracional si no se demuestra su efectividad sobre el cuadro cutáneo.
Por otro lado, también se ha estudiado el papel profiláctico de la lactancia materna en la prevención de la dermatitis atópica; así como el uso de leche de vaca o incluso, la utilización de dietas exentas de alérgenos en la alimentación materna durante la gestación.
Pero, una vez más, los resultados han sido muy variados y controvertidos, por lo que resulta muy difícil extraer conclusiones prácticas.
Finalmente, tenemos que añadir que hay estudios que demuestran que la utilización de alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, omega-ácidos, generalmente aceites de pescados, tienen efectos beneficiosos sobre la dermatitis atópica.
Alimentación con dermatitis atópica
El interés por una buena alimentación entre los padres de niños con dermatitis atópica cada vez está más presente.
Muchos creen que la dieta puede causar o exacerbar la dermatits atópica y optan por restringir y realizar cambios en la dieta para ver si mejora el problema de la piel.
Pero, es importante recordar que a pesar de que cada vez más profesionales de la salud observan una posible relación entre dermatits atópica y alimentación, la causa de su aparición es multifactorial sumándose la predisposición genética a la influencia de los factores ambientales.
Si bien es cierto que los niños con dermatitis atópica tienen más riesgo de padecer alergias alimentarias (como por ejemplo a la leche, al huevo, a los frutos secos, a la soja, al trigo y al marisco) aunque éstas no son las causantes de sus eccemas.
Por tanto, sería interesante que se les realizara un test de alergias alimentarias, y restringir de su dieta únicamente los alimentos a los que hayan dado positivo.
Por lo general, se aconseja a las madres con antecedentes familiares de dermatitis atópica prolongar la lactancia materna hasta los 6 meses, retrasando así la diversificación alimentaria y limitando el contacto del niño con alérgenos digestivos.
Se cree que esta conducta podría disminuir el riesgo de padecer dermatitis atópica.
Asimismo, también encontramos cada vez más estudios que relacionan los procesos inflamatorios y el estado de la barrera de la mucosa intestinal con reacciones a nivel sistémico, es decir, lejos del intestino, pudiendo desencadenar problemas como la dermatitis atópica, una afección inflamatoria de la piel.
Para ello, se ha propuesto como medida prometedora la complementación de probióticos (como las cepas Lactobacillus rhamnosus, LGG, B. lactis, S. thermophilus), así como favorecer el consumo de productos lácteos fermentados como el yogur, rico en probióticos, y alimentos ricos en sustancias prebióticas, es decir, fibra dietética que favorece una saludable flora bacteriana, como son las verduras, la patata (en especial, la patata hervida y enfriada, ya que unas horas en la nevera incrementa su contenido en almidón resistente), el boniato, la avena, el plátano, etc.
Alimentos que se deben evitar con piel atópica
No debemos anticiparnos, así que lo ideal sería restringir los alimentos que presenten alergia los niños, consultando siempre a un médico especialista o a un dietista nutricionista.
Aun así, podemos evitar el consumo de:
Alimentos proinflamatorios
Como alimentos ricos en grasas trans y omega 6, como los fritos, precocinados y alimentos ricos en azúcares refinados.
Alimentos ricos en histamina
Como fresas, frutos secos… exclusivamente cuando el niño y/o adulto, presente síntomas asociados.
Alimentos permitidos con piel atópica
Alimentos ricos en omega 3
Tiene como misión principal el mantenimiento de la barrera epidérmica al agua.
Asimismo, los ácidos grasos omega-3 son eficaces para reducir la inflamación crónica.
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Pescado azul, como el atún, el salmón o la caballa.
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Marisco, como las gambas, las ostras o los mejillones.
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Vegetales de hoja verde, como las espinacas, la lechuga o el pepino.
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Aceites vegetales, como los de semilla de linaza, de nueces, de oliva, de sésamo, de soja, etc.
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Algunos frutos secos, como las nueces o las almendras.
Alimentos que mejoren la salud intestinal
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Alimentos ricos en probióticos como el yogur.
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Alimentos ricos en sustancias prebióticas, es decir, fibra dietética que favorece una saludable flora bacteriana: verduras, la patata (en especial, hervida y enfriada unas horas en la nevera, ya que incrementa su contenido en almidón resistente), el boniato, la avena, el plátano, etc.
Alimentos ricos en vitaminas y minerales
Seguidamente se muestran alimentos que ayudan a mejorar el estado inflamatorio de la piel y repararla:
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Alimentos ricos en zinc: las semillas de calabaza, la avena, almendras, avellanas, carne de ave y carne de ternera.
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Alimentos ricos en magnesio: cereales integrales, semillas oleaginosas, frutos secos, cacao puro.
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Los carotenos (pro-vitamina A): Las mejores fuentes son boniatos, zanahorias, calabaza, mangos, espinacas, col verde, pimientos y tomates.
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Alimentos ricos en vitamina E: la avena (en grano y en copos), el aceite de germen de trigo
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Alimentos ricos en vitamina D: la principal fuente de vitamina D la encontramos en la exposición al sol, pero también encontramos pequeñas fuentes de esta vitamina en la yema del huevo, en el pescado azul, en los yogures y en la leche de almendras.
Recomendaciones generales para la dermatitis atópica
Algunos consejos para mantener la piel en perfectas condiciones, permitiéndonos controlar en la medida de lo posible los brotes de dermatitis atópica cuando estos aparezcan, son:
Cremas emolientes
Utilizar cremas emolientes, que hidraten y permitan regenerar la estructura de la piel, que en muchos casos se encuentra alterada.
Preferiblemente ricas en omega 3, para reducir la inflamación crónica de la piel.
Se aplicará varias veces al día, para aumentar la hidratación y bajar así la sensación de picor en el momento del brote que requerirá de menos corticoide.
Tendrá que ir cambiando de crema emoliente.
Boca seca y protegida
En los bebés y niños mantener la zona de alrededor de la boca seca y protegida con cremas barrera para evitar la irritación producida por alimentos ácidos (tomate, cítricos) y la saliva.
Gel de ducha
La utilización de un gel adecuado en el momento de la ducha es imprescindible para encontrar un equilibrio adecuado del pH.
Se suelen recomendar los jabones de aceite que mantienen la hidratación de la piel.
Otras recomendaciónes
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Secar la piel al salir de la ducha con una toalla de manera suave y a toquecitos, mejor que frotando.
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Evitar alimentos, textiles y ambientes calurosos y secos que puedan favorecer la aparición de brotes.
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Utilización de fotoprotector solar durante el día, con renovación cada 2 horas.
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Utilización de suplementos o dietas ricas en probióticos del tipo lactobacillus para mejorar la función barrera de la piel.
Relación de la dermatitis atópica y alergias alimentarias
Como hemos comentado, algunas personas que presentan dermatitis atópica suelen desarrollar algunas alergias alimentarias demostradas.
En estos casos, y sobre todo en los niños, se podría llevar a cabo dietas de eliminación en un periodo de tiempo de unas 4 a 8 semanas, en las que se eliminarían sólo los alimentos a los que el paciente ha confirmado que es alérgico.
En este periodo de tiempo, es necesario que el paciente esté guiado por un profesional nutricionista que reconsidere los requerimientos nutricionales y programe un esquema suplementario adecuado según los déficits producidos por la dieta de eliminación.
En caso de mejoría, podríamos reintroducirlos a continuación para detectar, mediante datos objetivos (SCORAD), el empeoramiento o no de la dermatitis en los días siguientes a la prueba de exposición.
Cuando la dermatitis atópica y alergia alimentaria estén bien confirmadas, deben tratarse de forma simultánea ambas condiciones.
Necesitándose cuidados de la piel, lubricación, emolientes, evitación de irritantes y fármacos tópicos o sistémicos de forma escalonada; en forma conjunta con dieta de eliminación estricta y prolongada (mínimo 8 semanas) de los alergenos alimentarios identificados como relevantes.
También sería necesaria llevar a cabo la educación sobre el contenido y la rotulación de alimentos envasados.
Y, en caso de alergia a proteína de leche de vaca, se podrían utilizar fórmulas extensamente hidrolizadas o en base a aminoácidos, según la gravedad.
Finalmente, en los casos más severos, se utilizarían corticoides u otros inmunosupresores.
Por el contrario, en niños sin alergias alimentarias demostrada, las dietas de eliminación no están recomendadas en el manejo de la dermatitis atópica u otras condiciones atópicas.
Incluso tal conducta puede ocasionar deficiencias nutricionales y de crecimiento.
Recetas recomendadas para la dermatitis atópica
A continuación, Dietfarma te ofrece algunas recetas saludables y deliciosas, aptas para el manejo de su enfermedad.
Salmón al horno con frutos secos keto: 426,61kcal
Gazpacho de aguacate:256,67 kcal
Ensalada de espinacas con aguacate y huevo: 213,5kcal
Salmón con salsa de yogur:387,65 kcal
Dieta modelo para la dermatitis atópica
En esta imagen se muestra un ejemplo de un menú semanal para las personas que sufren dermatitis atópica.
Preguntas frecuentes
¿La atopía es una enfermedad hereditaria?
Sí, la atopía es una condición hereditaria, en la cual se padecen una serie de enfermedades relacionadas en su mayoría con respuestas mediadas por IgE, alteraciones de la inmunidad celular y de la reactividad vascular.
¿Cuándo suele aparecer?
El 50% de los casos se diagnostican en el primer año de vida.
Es raro que se manifieste en adultos si nunca la habían padecido antes.
¿Existe alguna prueba para poder diagnosticar la dermatitis atópica?
No existe ninguna prueba de dermatitis, así que el diagnóstico es clínico y se efectúa cuando el paciente presenta inflamación, mucho picor, piel seca y antecedentes familiares.
¿Los síntomas son distintos dependiendo de la edad del paciente?
Si son lactantes suelen estar más presentes en la cara, mejillas y en las partes externas de las extremidades.
Los niños más mayores las tendrán en los pliegues de codos, rodillas, cuello, pies y manos, mientras que los adolescentes en todas ellas.
¿Por qué es importante el omega 3 en la dermatitis atópica?
El omega 3 tiene como misión principal el mantenimiento de la barrera epidérmica para protegernos de los agentes externos, y evitar la deshidratación de la piel y, por tanto, la aparición de eccemas.
Asimismo, los ácidos grasos omega-3 son eficaces para reducir la inflamación crónica de la piel.
Por tanto, se aconseja su consumo en la alimentación diaria del paciente con alimentos como: pescado azul, aguacate, nueces, almendras, etc.
Así como su incorporación por vía tópica a partir de cremas emolientes ricas en omega 3.
Conclusiones
Para terminar, recordar que la dermatitis atópica es una afectación de la piel, en la que todos nuestros esfuerzos deben ir encaminados a la prevención y a la disminución de los brotes.
Seguir las pautas de alimentación y cuidados de la piel que hemos citado nos puede ayudar a prevenirlo.
Aun así, no debemos restringir alimentos de la alimentación de nuestros hijos salvo que lo considere un médico especialista o un dietista nutricionista por la presencia de alergias alimentarias, con el fin de evitar deficiencias nutricionales.
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