¿Qué es la dieta vegetariana?
La adopción de la dieta vegetariana ha crecido debido a investigaciones que destacan sus beneficios para la salud y el medio ambiente. Sin embargo, requiere una planificación cuidadosa para evitar deficiencias nutricionales.
Este artículo examina los beneficios y desafíos de la dieta vegetariana, evaluando cómo una nutrición bien estructurada puede evitar deficiencias y potenciar sus efectos beneficiosos en distintas enfermedades crónicas y degenerativas.
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Tipos de Dietas Vegetarianas
Existen diferentes tipos de dietas vegetarianas, cada una con sus propios desafíos nutricionales:
1. Lacto-vegetariana: Incluye productos lácteos, excluyendo carne, pescado y huevos.
2. Ovo-vegetariana: Incluye huevos, excluyendo carne, pescado y lácteos.
3. Lacto-ovo-vegetariana: Incluye lácteos y huevos, excluyendo carne y pescado.
4. Vegana: Excluye todos los productos de origen animal, incluyendo lácteos, huevos y miel.
Estas variantes varían en su dificultad para alcanzar ciertos nutrientes y pueden requerir adaptaciones para evitar deficiencias.
Aspectos Nutricionales de la Dieta Vegetariana
Para una dieta vegetariana equilibrada, es crucial garantizar la ingesta de nutrientes específicos, sobre todo proteínas, vitamina B12, hierro, calcio, omega-3 y vitamina D.
Proteínas
Las proteínas vegetales, aunque abundantes, suelen ser incompletas en ciertos aminoácidos esenciales. Sin embargo, combinaciones como granos y legumbres (por ejemplo, arroz y frijoles) pueden mejorar la calidad proteica.
Las legumbres, frutos secos, semillas y productos de soja son excelentes fuentes, y es esencial que los vegetarianos consuman una variedad de proteínas vegetales diariamente.
Vitamina B12
La vitamina B12, esencial para la función nerviosa y la producción de glóbulos rojos, se encuentra casi exclusivamente en productos animales. La deficiencia de B12 puede provocar anemia, fatiga y problemas neurológicos.
Los vegetarianos deben incluir alimentos fortificados o suplementos para evitar problemas de salud relacionados.
Hierro
El hierro no hemo de fuentes vegetales tiene menor biodisponibilidad que el hierro hemo de productos animales, lo que requiere una mayor ingesta y la combinación con alimentos ricos en vitamina C para mejorar su absorción.
La deficiencia de hierro puede llevar a anemia, lo que compromete la oxigenación de los tejidos y la energía.
Calcio
El calcio, crucial para los huesos y músculos, puede obtenerse de vegetales de hoja verde oscuro, tofu y leches vegetales fortificadas. Dado que algunos vegetales contienen oxalatos que inhiben la absorción de calcio, los vegetarianos deben asegurarse de consumir fuentes variadas y fortificadas para alcanzar la ingesta recomendada.
Ácidos Grasos Omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para la salud cardiovascular y cerebral. Al no consumir pescado, los vegetarianos pueden encontrar EPA y DHA en suplementos de algas, que mejoran la función cerebral y protegen el corazón.
Vitamina D
La vitamina D ayuda en la absorción de calcio y la salud ósea. En climas con poca exposición solar, los vegetarianos pueden obtenerla de alimentos fortificados o suplementos, especialmente la vitamina D2 o D3 de origen vegetal.
Zinc
El zinc es esencial para el sistema inmunológico. Debido a su baja biodisponibilidad en vegetales, los vegetarianos pueden mejorar su absorción de zinc mediante el consumo de alimentos germinados o remojados, que reducen la concentración de fitatos, inhibidores de absorción del zinc.
Relación de la Dieta Vegetariana con Enfermedades Específicas
La dieta vegetariana se asocia con la prevención de varias enfermedades crónicas y degenerativas. A continuación, se exploran estas relaciones en profundidad. Estas patologías son:
– Enfermedades cardiovasculares
– Diabetes tipo 2
– Cáncer
– Hipertensión
– Enfermedades renales
– Obesidad y control de peso
– Enfermedades neurodegenerativa
– Enfermedades digestivas
– Osteoporosis
Enfermedades Cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) incluyen afecciones como la hipertensión, aterosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Estas se desarrollan frecuentemente por la acumulación de placas de grasa en las arterias (aterosclerosis), causada en parte por una dieta alta en grasas saturadas y colesterol, principalmente provenientes de productos de origen animal.
Las dietas vegetarianas suelen ser bajas en grasas saturadas y colesterol y ricas en antioxidantes, fibras y grasas saludables (como las de las nueces, semillas y aguacate). Estas propiedades ayudan a reducir el colesterol LDL («malo»), disminuyen la presión arterial y mejoran la función endotelial. Estudios sugieren que quienes siguen una dieta vegetariana tienen un riesgo 25% menor de morir por ECV en comparación con quienes consumen carne regularmente, debido a estos factores que protegen el sistema cardiovascular.
Los estudios muestran una relación sólida entre las dietas vegetarianas y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
– Estudio Adventista de Salud-2 (AHS-2): Este estudio de cohorte longitudinal, que incluyó a más de 96,000 participantes, evaluó diferentes patrones dietéticos y su relación con las ECV. Los vegetarianos mostraron un riesgo significativamente menor de desarrollar hipertensión arterial y aterosclerosis en comparación con los omnívoros. La reducción del colesterol LDL y la mejora en la presión arterial fueron los factores protectores más destacados.
– EPIC-Oxford Study: Este estudio examinó a 44,561 hombres y mujeres en el Reino Unido. Encontró que los vegetarianos tenían niveles de colesterol total más bajos y una reducción del 32% en la incidencia de cardiopatía isquémica en comparación con los no vegetarianos.
– Meta-análisis de Yokoyama et al. (2017): Este análisis incluyó 39 estudios observacionales y clínicos. Confirmó que las dietas vegetarianas reducen en promedio 10-15 mg/dL el colesterol LDL y la presión arterial sistólica entre 5-7 mmHg, lo que se traduce en una reducción del riesgo cardiovascular del 25%.
Diabetes Tipo 2
La diabetes tipo 2 ocurre cuando el cuerpo desarrolla resistencia a la insulina, la hormona encargada de regular los niveles de glucosa en sangre. Esto se debe a factores como el sobrepeso, la obesidad y una dieta alta en azúcares refinados y grasas saturadas.
Investigaciones muestran que los vegetarianos tienen entre un 50-78% menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ya que su dieta es baja en grasas saturadas y contiene nutrientes que ayudan a mejorar la función metabólica, reducir la inflamación y promover la pérdida de peso en personas con sobrepeso, factores todos que previenen esta enfermedad.
Un estudio en JAMA Internal Medicine mostró que una dieta basada en plantas reduce el riesgo de diabetes tipo 2 en un 20%. Esto se debe a una mayor sensibilidad a la insulina y a un menor nivel de inflamación. Al incluir alimentos integrales y con bajo índice glucémico, como vegetales y granos enteros, la dieta vegetariana ayuda a mantener niveles estables de glucosa y evita picos de insulina, contribuyendo a la prevención y manejo de la diabetes.
La asociación entre la dieta vegetariana y la diabetes tipo 2 está respaldada por múltiples investigaciones.
– Estudio de Cohorte Adventista (2013): Publicado en Nutrients, mostró que los veganos tenían un 78% menos riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con los omnívoros. Este efecto se atribuyó a una menor ingesta de grasas saturadas y un índice glucémico más bajo.
– Estudio EPIC-InterAct (2016): Incluyó a más de 12,000 personas en Europa y analizó patrones dietéticos y la incidencia de diabetes tipo 2. Encontró que una dieta rica en plantas reducía el riesgo en un 23%, principalmente debido a la mejora en la sensibilidad a la insulina.
– Estudio Barnard et al. (2009): Ensayo clínico controlado de 22 semanas publicado en Diabetes Care. Demostró que una dieta vegana mejoró la hemoglobina A1c (HbA1c) en un 1.2% más que las dietas convencionales bajas en grasas, además de promover una mayor pérdida de peso.
Cáncer
El cáncer es una enfermedad compleja que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo. Ciertos tipos de cáncer, como el de colon, mama y próstata, están asociados con una dieta alta en carnes rojas y procesadas y baja en fibra.
Las dietas vegetarianas suelen incluir una gran cantidad de frutas, verduras y granos enteros, que contienen antioxidantes, fitoquímicos y fibras. Estos nutrientes ayudan a neutralizar los radicales libres que pueden dañar el ADN de las células y causan inflamación crónica, que es un factor de riesgo para el cáncer.
Estudios como el EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition) han demostrado que el riesgo de cáncer colorrectal y otros tipos se reduce significativamente en personas que consumen más alimentos de origen vegetal y menos carne procesada .
Los datos sobre el cáncer reflejan beneficios significativos de las dietas vegetarianas en la prevención de ciertos tipos.
– EPIC Study (2013): Este estudio a gran escala analizó a más de 500,000 personas en 10 países europeos. Encontró que quienes consumían más alimentos de origen vegetal tenían un 20% menos de riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. También se observó una fuerte asociación protectora con el consumo de fibra y fitoquímicos.
– Estudio de la Universidad de Loma Linda (2019): Evaluó la incidencia de cáncer de mama y próstata en vegetarianos. Los participantes vegetarianos tenían un 34% menos de riesgo de cáncer de próstata y un 15% menos de riesgo de cáncer de mama en comparación con los omnívoros, atribuido al bajo consumo de grasas saturadas y a la alta ingesta de antioxidantes.
– Meta-análisis de Tantamango-Bartley et al. (2016): Analizó datos de cohortes observacionales y encontró que los veganos tenían un 15% menos de incidencia general de cáncer, mientras que los lactovegetarianos presentaban reducciones específicas en el cáncer colorrectal y gástrico.
Hipertensión
La hipertensión, o presión arterial alta, es una condición en la que la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es demasiado alta. Esto puede provocar daños a largo plazo en el corazón y los vasos sanguíneos, y es un factor de riesgo importante para enfermedades cardíacas y renales.
Las dietas vegetarianas suelen incluir grandes cantidades de potasio (presente en frutas y verduras) y menos sodio, ambos factores beneficiosos para el control de la presión arterial. Además, este tipo de dieta es baja en grasas saturadas, lo que contribuye a una menor presión arterial.
Estudios han mostrado que los vegetarianos tienen hasta un 34% menos de riesgo de hipertensión y que la transición a una dieta vegetariana puede ayudar a reducir la presión arterial en personas con esta condición .
La hipertensión responde favorablemente a las dietas basadas en plantas.
– Estudio DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension): Aunque no exclusivamente vegetariano, este estudio utilizó un modelo alimenticio predominantemente basado en plantas. Los participantes experimentaron una reducción promedio de 11 mmHg en la presión sistólica y 6 mmHg en la presión diastólica en comparación con las dietas estándar ricas en carne.
– Meta-análisis de Appel et al. (2014): Confirmó que los vegetarianos tienen una probabilidad un 34% menor de desarrollar hipertensión arterial, destacando el rol del potasio y la menor ingesta de sodio en esta dieta.
– Estudio del Seventh-day Adventist Health Study-2: Mostró que los veganos tenían niveles de presión arterial significativamente más bajos en comparación con omnívoros, incluso después de ajustar por factores como edad y actividad física.
Enfermedades Renales
Una investigación en el American Journal of Kidney Diseases concluyó que las dietas basadas en plantas reducen el riesgo de enfermedades renales crónicas, debido a la menor carga de proteínas animales y a un menor estrés ácido sobre los riñones. Esto evita la sobrecarga renal y el riesgo de desarrollar insuficiencia renal, mejorando así la función renal en personas con predisposición a enfermedades renales.
La dieta basada en plantas protege la función renal al reducir la carga ácida y la ingesta de fósforo.
– Estudio de Kovesdy et al. (2013): Publicado en el American Journal of Kidney Diseases, encontró que las dietas ricas en proteínas vegetales reducen la progresión de la enfermedad renal crónica en un 20% en comparación con las dietas ricas en proteínas animales.
– Ensayo clínico de Moorthi et al. (2014): En pacientes con insuficiencia renal, una dieta basada en plantas redujo significativamente los niveles de fósforo sérico y mejoró los biomarcadores de función renal.
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Obesidad y Control de Peso
La obesidad es una acumulación excesiva de grasa corporal que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. La obesidad se relaciona con el consumo de alimentos altamente calóricos, grasas saturadas y azúcares refinados.
Las personas que siguen una dieta vegetariana suelen tener un índice de masa corporal (IMC) menor y menos grasa corporal. Las dietas vegetarianas se caracterizan por ser ricas en alimentos con baja densidad calórica, como verduras y frutas, y en fibras, lo que aumenta la saciedad y reduce el consumo excesivo de calorías. Estudios han encontrado que los vegetarianos tienden a tener un peso corporal saludable, y que esta dieta puede ser efectiva en programas de pérdida de peso y prevención de la obesidad.
Los beneficios de la dieta vegetariana en el control del peso están bien documentados.
– Meta-análisis de Huang et al. (2016): Incluyó 12 estudios y concluyó que los vegetarianos tienen un IMC promedio de 2-3 kg/m² más bajo que los omnívoros, debido a la alta densidad de nutrientes y baja densidad calórica de los alimentos vegetales.
– Ensayo clínico de Turner-McGrievy et al. (2015): Publicado en Obesity, encontró que los veganos perdieron 4.3 kg más en 6 meses en comparación con quienes seguían dietas convencionales bajas en calorías.
Enfermedades Neurodegenerativas (Alzheimer y Parkinson)
La relación entre las dietas vegetarianas y enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson es prometedora. Las dietas vegetales, al ser ricas en antioxidantes, fibra y fitonutrientes, ayudan a reducir la inflamación y el daño oxidativo, protegiendo el cerebro.
En el caso de la enfermedad de Alzheimer, se ha observado que el consumo elevado de antioxidantes, junto con el bajo consumo de grasas saturadas, puede retrasar el deterioro cognitivo.
Asimismo, en el Parkinson, los compuestos vegetales que disminuyen el estrés oxidativo contribuyen a ralentizar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, es importante que los vegetarianos y veganos tengan niveles adecuados de B12 y DHA, ya que estas deficiencias pueden tener efectos negativos en la salud cognitiva.
Las dietas basadas en plantas parecen proteger contra enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
– Estudio de Morris et al. (2015): El modelo de dieta MIND, que prioriza alimentos vegetales y antioxidantes, mostró una reducción del 53% en el riesgo de Alzheimer entre los participantes más adherentes.
– Estudio de Gao et al. (2014): Publicado en Neurology, encontró que una alta ingesta de frutas y verduras se asociaba con un menor riesgo de Parkinson, debido a los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de los compuestos vegetales.
Enfermedades Digestivas
Varias enfermedades digestivas, como el síndrome del intestino irritable (SII) y el estreñimiento, se relacionan con la falta de fibra en la dieta, el alto consumo de alimentos procesados y de grasas saturadas.
Las dietas vegetarianas son ricas en fibra dietética, la cual es esencial para la salud digestiva. La fibra mejora el tránsito intestinal, reduce el riesgo de estreñimiento y puede favorecer una microbiota intestinal saludable, lo que mejora la digestión y reduce el riesgo de inflamación intestinal. Ha resultado ser beneficioso para reducir los síntomas del SII y otros trastornos digestivos . La fibra y los prebióticos presentes en la dieta vegetariana son claves para la salud digestiva.
– Estudio de cohortes Nurses’ Health Study (2016): Encontró que un alto consumo de fibra dietética reduce en un 41% el riesgo de enfermedad diverticular en comparación con una dieta baja en fibra.
– Meta-análisis de Yang et al. (2017): Mostró que las dietas vegetarianas reducen significativamente los síntomas del síndrome del intestino irritable, especialmente el dolor abdominal y la hinchazón.
Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos, haciéndolos más frágiles y susceptibles a fracturas. Esto ocurre por la pérdida de masa ósea, comúnmente vinculada a la falta de calcio, vitamina D y otros minerales esenciales.
Aunque algunos pueden creer que la falta de productos lácteos en las dietas vegetarianas aumenta el riesgo de osteoporosis, existen muchas fuentes vegetales de calcio y vitamina D, como los vegetales de hoja verde, las legumbres, los frutos secos y los productos fortificados.
Además, algunas investigaciones sugieren que las dietas vegetarianas, cuando están bien equilibradas, pueden ser protectoras al reducir la excreción de calcio. También, la reducción en el consumo de proteínas de origen animal puede disminuir la acidificación corporal, lo que favorece la retención de calcio .
Los estudios sugieren que las dietas vegetarianas, bien balanceadas, no aumentan el riesgo de osteoporosis.
– Estudio de Weaver et al. (2014): Publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, concluyó que los vegetarianos tienen una densidad ósea comparable a los omnívoros si consumen calcio y vitamina D en cantidades adecuadas.
– Ensayo clínico de Rouhani et al. (2017): Demostró que el consumo de fuentes vegetales de calcio y magnesio, como vegetales de hoja verde y legumbres, puede incluso aumentar la densidad ósea en adultos mayores.
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Estrategias para Optimizar la Nutrición en una Dieta Vegetariana
Para una ingesta adecuada de todos los nutrientes, los vegetarianos pueden implementar varias estrategias:
1. Planificación de Comidas: Incluir una variedad de alimentos que aporten los nutrientes necesarios y combinarlos adecuadamente para mejorar su biodisponibilidad.
2. Uso de Alimentos Fortificados: Leches vegetales fortificadas y cereales enriquecidos son una excelente opción para obtener nutrientes clave.
3. Suplementación: Para evitar deficiencias, es recomendable suplementar con B12, D y omega-3 especialmente en dietas veganas estrictas.
4. Monitoreo Regular de Nutrientes: Realizar análisis de sangre periódicos para identificar deficiencias y ajustar la dieta o los suplementos si es necesario.
Ejemplos recetas vegetarianas
Espaguetis de calabacín con soja texturizada y crema de soja- 357,14 Kcal
Tofu salteado con verduras al toque curry- 336,43 kcal
Heura al horno con patatas y boniato- 428,54 Kcal
Tempeh salteado con brócoli y ajetes tiernos-453,27 kcal
Albóndigas vegetales con salsa de tomate y setas- 433,83 kcal
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Modelo de dieta semanal vegetariana
Preguntas Frecuentes sobre la Dieta Vegetariana
¿Qué es una dieta vegetariana?
Una dieta vegetariana excluye todos los tipos de carne (incluyendo pescado y aves), enfocándose en alimentos de origen vegetal como frutas, verduras, granos integrales, legumbres, frutos secos y semillas. Algunas variantes permiten el consumo de productos animales como huevos y lácteos.
¿Cuáles son los tipos de dietas vegetarianas?
– Lacto-vegetariana: incluye lácteos pero no huevos ni carne.
– Ovo-vegetariana: incluye huevos pero no lácteos ni carne.
– Lacto-ovo-vegetariana: incluye huevos y lácteos, pero no carne.
– Vegana: excluye todos los productos de origen animal, incluyendo lácteos, huevos y miel.
¿Es una dieta vegetariana saludable?
Sí, puede ser muy saludable si está bien planificada. Las dietas vegetarianas suelen ser ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes, y bajas en grasas saturadas, lo que puede reducir el riesgo de enfermedades como la obesidad, hipertensión, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.
¿Qué nutrientes podrían faltar en una dieta vegetariana?
Algunos nutrientes requieren atención especial:
– Proteínas: se obtienen de legumbres, tofu, tempeh, frutos secos y semillas.
– Vitamina B12: necesaria para el sistema nervioso, puede requerir suplementación o alimentos fortificados.
– Hierro y zinc: presentes en legumbres, semillas y granos enteros, aunque su absorción es menor que en alimentos animales.
– Omega-3: se encuentra en linaza, chía, nueces y algas.
¿Es seguro para los niños seguir una dieta vegetariana?
Sí, la Asociación Dietética Americana afirma que una dieta vegetariana bien planificada es adecuada para todas las etapas de la vida, incluida la infancia. Sin embargo, se recomienda la supervisión de un profesional para garantizar la correcta ingesta de nutrientes esenciales.
¿Cómo se puede obtener suficiente proteína en una dieta vegetariana?
Las proteínas vegetales pueden combinarse para obtener todos los aminoácidos esenciales. Por ejemplo, combinar legumbres con granos (arroz y frijoles) o consumir alimentos ricos en proteínas como tofu, tempeh, seitán y nueces.
¿Es caro seguir una dieta vegetariana?
No necesariamente. Aunque algunos productos especializados como sustitutos de carne pueden ser costosos, los alimentos básicos como granos, legumbres, frutas y verduras son accesibles y económicos.
¿Qué alimentos evitar en una dieta vegetariana?
Además de la carne, los vegetarianos estrictos suelen evitar productos que contengan gelatina, caldo de carne, o colorantes como el carmín, que se derivan de animales.
¿Cómo afecta la dieta vegetariana al medio ambiente?
Las dietas vegetarianas tienen un menor impacto ambiental que las basadas en carne, ya que requieren menos recursos como agua y tierra, y generan menos emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Puedo aumentar masa muscular siendo vegetariano?
Sí, los atletas y culturistas vegetarianos obtienen proteínas de fuentes como tofu, tempeh, legumbres, quinoa y suplementos de proteínas vegetales. Es importante asegurar una ingesta calórica adecuada para apoyar el entrenamiento.
Conclusión
Una dieta vegetariana bien planificada ofrece múltiples beneficios para la salud y el medio ambiente. Las personas vegetarianas pueden alcanzar sus necesidades nutricionales y prevenir deficiencias con una variedad de alimentos y el uso de suplementos cuando sea necesario. Las estrategias de planificación y la educación nutricional son fundamentales para garantizar una dieta equilibrada y completa, que no solo previene deficiencias, sino que también contribuye al bienestar y la sostenibilidad del planeta.
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