¿Qué son los edulcorantes artificiales?
Un edulcorante artificial es una sustancia que se utiliza para dar sabor dulce a la comida sin ser un azúcar. Tiene la ventaja de que al no ser azúcar la aportación calórica es mucho menor y no afecta a los niveles de azúcar en sangre. Además, tiene otras ventajas, como que no provoca caries.
Leyenda urbana.
La leyenda urbana de los edulcorantes artificiales tiene una base real, aunque incorrecta. En los años sesenta, unos estudios indicaron que el uso de sacarina inducía cáncer de vejiga en ratones, por lo que algunas agencias emitieron alertas y se prohibió en muchos países. En España cundió la alarma y muchas casas comerciales publicaron notas de prensa asegurando que en sus productos solo utilizaban azúcar, y todo el que hiciera falta.
Nuevas investigaciones señalaron un importante error metodológico en el estudio. Las prohibiciones se fueron levantando, pero, no obstante, en Estados Unidos la sacarina se siguió vendiendo hasta el año 2000 con una etiqueta que ponía que causaba cáncer en animales.
Como pasa con todas las leyendas urbanas, estas a veces cambian. Ahora volvemos a la moda de las etiquetas sin azúcar y seguimos utilizando edulcorantes.
¿Cúal es la realidad?
La realidad es que ni la sacarina ni otros edulcorantes son cancerígenos, ni consumir productos que los utilicen puede suponer un problema para la salud. Tampoco hay evidencias de que el consumo de estos productos estimule el apetito y que sean contraproducentes en una dieta.
Últimamente ha salido un estudio que dice que el consumo de edulcorantes, a largo plazo, puede despistar al organismo y producir sobrepeso o hipertensión, pero no hay una evidencia sólida que lo respalde, y muchos medios que reflejaron la noticia no mencionaron que no era un estudio científico, sino un artículo de opinión. Son estudios en ratones y que solo se han observado en un laboratorio.
¿Qué conclusiones sacamos?
Como conclusión, decir que no hay ningún problema con los edulcorantes y, es cierto, engordan menos que si pones azúcar, pero no olvides que el alimento en el que lo pones también engorda.
Este articulo lo he obtenido del libro “Comer sin miedo” de J.M.Mulet. Mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI.