Ingredientes
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chufa 50 gr. 1 Porción mediana 207.10 kcal.
Preparación
Es importante preparar cualquier fruta antes de consumirla para garantizar una higiene, con el fin de eliminar residuos de fitosanitarios y los restos de tierra o posibles insectos que hayan quedado adheridos.
Para ello, se procederá a seguir unos pasos previos antes del lavado con el fin de evitar la contaminación cruzada y lograr que la conservación de las frutas sea lo más óptima posible.
Antes de nada, nos lavaremos bien las manos antes de manipular la fruta.
Seguidamente, lavaremos la fruta con agua corriente, siempre y cuando sea potable.
Se desaconseja el uso de sustancias que desinfectan o limpian las frutas, así como el uso de detergentes, pues estos pueden quedarse adheridos en la piel de las mismas y causar algún tipo de intoxicación.
Es recomendable lavar las frutas en el momento en que se vayan a consumir, y proceder a su secado mediante papel de cocina de un solo uso.
Las frutas que pertenecen al grupo de las bayas o frutos del bosque, merecen especial cuidado a la hora de manipularlas, pues son delicadas a los golpes y podrían deteriorarse (fresas, frambuesa, arándano).
Las frutas que son de consistencia más dura y que además tienen una piel comestible, deberemos lavarlas bien antes de consumirlas, ya sea con o sin piel (melocotón, manzana, pera).
Aquellas frutas que presentan una piel no comestible (aguacate, papaya, mango), las lavaremos bien de igual forma, para evitar contaminarlas una vez las pelemos.
Existen frutas más grandes con una piel o corteza mucho más resistente (piña, sandía, melón). Suelen tener más cantidad de suciedad, como tierra y polvo. Deberemos lavarlas igualmente antes de proceder a partirlos, y además, es recomendable usar un cuchillo distinto para partirlas y otro para trocearlas.
En definitiva, emplearemos un método de lavado, pelado y troceado, siempre asegurando unas medidas de higiene que permitan hacer seguro el consumo de las frutas.
Información adicional
La chufa contiene mayoritariamente hidratos de carbono, algunas enzimas, fibra, y gran contenido en proteína vegetal (con aminoácidos como la metionina, leucina, isoleucina, lisina y arginina).
Presenta un valor calórico elevado, por ello deben moderar su consumo aquellas personas que estén siguiendo una dieta de adelgazamiento o presenten sobrepeso.
En cuanto a las vitaminas presenta vitamina C, vitamina E y los minerales con mayor contenido son el fósforo, el zinc, el calcio, el magnesio y el hierro.
En su composición encontramos ácidos grasos esenciales, como el ácido oleico (Omega 9).
Tiene propiedades digestivas, cardioprotectoras y antioxidantes. Además, contribuye a mantener el sistema inmune en óptimas condiciones.
Es recomendable en episodios de diarrea, pues tiene efectos astringentes y prebióticos que ayudan a restaurar el equilibrio gastrointestinal.
Contribuye a mejorar la digestión de los alimentos, ayuda a reducir las tasas de colesterol LDL, combate los radicales libres.
Pueden consumirla aquellas personas con intolerancias al gluten, fructosa y lactosa, pues no contiene ninguno de estos componentes.