Ingredientes
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conejo 1000 gr. 1 Pieza mediana 72.39 kcal. -
puerro 200 gr. 1 Pieza grande 19.35 kcal. -
zanahoria 500 gr. 2 y 3/4 Pieza grande 30.71 kcal. -
ajo 10 gr. 2 Diente 91.56 kcal. -
hoja de laurel 0.5 gr. 1 Pieza mediana 0.00 kcal. -
tomillo seco 2 gr. 1 Pellizco 359.07 kcal. -
pimienta negra molida 2 gr. 1 Pellizco 226.38 kcal. -
sal 4 gr. 2 Pellizco 0.00 kcal. -
vino blanco 200 gr. 2 Vaso de vino 78.00 kcal. -
aceite de oliva 30 gr. 6 Cucharada de postre 900.00 kcal.
Preparación
1. Limpiamos, cortamos en trozos y sazonamos con sal y pimienta el conejo. Reservamos.
2. Limpiamos, pelamos y cortamos al gusto todas las verduras.
3. En una olla con un poco de aceite, ponemos el ajo y lo removemos hasta que esté dorado.
4. A continuación, añadimos el resto de verduras y seguimos removiendo hasta que esté un poco dorado.
5. Seguidamente, añadimos el conejo y lo removemos para que se haga un poco.
6. Añadimos el tomillo, el laurel y el vino (si fuese necesario añadiríamos un poco de caldo de verduras o agua). Tapamos la olla y lo dejamos cocinar hasta que el conejo esté tierno.
7. Finalmente trituramos todas las verduras con la batidora y la salsa obtenida la echamos por encima del conejo.
8. Así tendremos este plato tan saludable.
Observaciones: Si te gusta encontrar trozos de verdura en la comida, puedes no triturar las verduras.
Información adicional
La carne de conejo es rica en proteínas de alto valor biológico y al tratarse de una carne blanca, su contenido en grasas y calorías es bajo, siendo recomendado en dietas de adelgazamiento y en dietas bajas en colesterol, sobre todo en enfermedades cardiovasculares. Su contenido en sodio es bajo, siendo muy aconsejado en personas hipertensas. En su composición también encontramos nutrientes, con importantes cantidades de vitaminas del grupo B, que permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (proteínas, hidratos de carbono y lípidos), intervienen en la formación de los glóbulos rojos, en el funcionamiento del sistema nervioso y además son necesarias para mantener una buena salud en los tejidos que componen nuestro cuerpo.
Las verduras que hemos empleado para elaborar esta receta, no sólo van a enriquecer el plato con una buena cantidad de vitaminas, minerales, fibra y sustancias de acción antioxidante, sino que también van a aportar color y jugosidad a la carne.
La zanahoria es muy nutritiva, con un bajo aporte energético. Es rico en vitaminas (A, E y B3), minerales (destaca el potasio y en cantidades menores el fósforo, el magnesio, el yodo y el calcio), antioxidantes (betacarotenos) y fibra. Su alto contenido en fibra regula nuestro tránsito intestinal y evita el estreñimiento. Al mismo tiempo, por su riqueza en pectinas combaten las diarreas. Por otra parte, la fibra que contiene disminuye la absorción de intestinal de colesterol y triglicéridos. Su contenido en potasio hace que sea un diurético natural y como consecuencia elimine sustancias tóxicas a través de la orina. Los betacarotenos previenen el cáncer, nos mantienen jóvenes durante más tiempo y mantiene el buen estado de la piel, los dientes y de las encías. El organismo transforma los betacarotenos o provitamina A en vitamina A conforme lo necesita y esta vitamina mejora la salud de nuestra visión. La vitamina B3 participa en el buen funcionamiento del sistema digestivo. La vitamina E ayuda a estabilizar las células sanguíneas.
Siempre debemos decantarnos por las carnes magras, que tienen menos grasas saturadas, menos colesterol y engordan menos que las carnes grasas, que son perjudiciales para la salud y que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, colesterol, triglicéridos…