conejo | 1000 gr. | 1 Pieza mediana | 723.9 kcal. |
tomate frito | 90 gr. | 6 Cucharada sopera | 71.48 kcal. |
vino blanco | 200 gr. | 2 Vaso de agua | 156 kcal. |
ajo | 10 gr. | 2 Diente | 9.16 kcal. |
perejil | 2 gr. | 1 Pellizco | 0.6 kcal. |
pimentón dulce | 2 gr. | 1 Pellizco | 6.24 kcal. |
sal | 4 gr. | 2 Pellizco | 0 kcal. |
aceite de oliva | 30 gr. | 6 Cucharada sopera | 270 kcal. |
1. Ponemos en un mortero los ajos, el perejil y la sal. Lo majamos todo y a continuación agregamos un poco de aceite y lo mezclamos todo.
2. Limpiamos el conejo, lo cortamos en trozos y le añadimos el majado.
3. En una olla con un poco de aceite, ponemos el conejo y dejamos que se rehogue.
4. A continuación, añadimos un vaso de vino blanco y lo dejamos unos minutos (si fuese necesario añadiríamos un poco de caldo de verduras o agua).
5. Seguidamente, añadimos la salsa de tomate y el pimentó. Tapamos la olla y lo dejamos cocinar hasta que el conejo esté tierno.
6. Finalmente tenemos un plato muy delicioso.
La carne de conejo es rica en proteínas de alto valor biológico y al tratarse de una carne blanca, su contenido en grasas y calorías es bajo, siendo recomendado en dietas de adelgazamiento y en dietas bajas en colesterol, sobre todo en enfermedades cardiovasculares. Su contenido en sodio es bajo, siendo muy aconsejado en personas hipertensas. En su composición también encontramos nutrientes, con importantes cantidades de vitaminas del grupo B, que permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (proteínas, hidratos de carbono y lípidos), intervienen en la formación de los glóbulos rojos, en el funcionamiento del sistema nervioso y además son necesarias para mantener una buena salud en los tejidos que componen nuestro cuerpo.
En definitiva, podemos decir que estamos ante una receta saludable, que si lo acompañamos de un primer plato que complete el aporte nutricional, siendo rico en vitaminas, minerales y fibra, conseguiremos una dieta equilibrada.
Siempre debemos decantarnos por las carnes magras, que tienen menos grasas saturadas, menos colesterol y engordan menos que las carnes grasas, que son perjudiciales para la salud y que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, colesterol, triglicéridos...
- Graduada en Nutrición y Dietética Humana por la
Universidad Isabel I de Burgos
- Licenciada en Farmacia por la Universidad de Sevilla
- Experta en Nutrición y Dietética Humana por la
Universidad Complutense de Madrid
Nutricionista, Farmacéutica
y CEO de Dietfarma
Colegiada AND-00982
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