Ingredientes

Preparación

1. Precalentamos el horno a 200 grados.

2. Ponemos en un mortero los ajos, el perejil, un poco de sal y lo majamos todo.

3. Agregamos aceite y vino blanco y lo mezclamos bien.

4. Colocamos las costillas de ternera en una fuente amplia y lo regamos con la mitad del majado, el laurel y el tomillo.

5. Pelamos y cortamos en julianas la cebolla. Lo agregamos por encima de las costillas.

6. Lo metemos en el horno a 200 grados durante unos 40 minutos. A mitad de cocción, sacamos la fuente, removemos la cebolla, le agregamos la otra mitad del majado y le damos la vuelta al pollo. Si se queda seco, agregar un poco de agua o caldo de verduras.

7. Pasado ese tiempo tendremos este plato tan rico.

Información adicional

La costilla de ternera es muy rica en proteínas de alto valor biológico y presenta poca grasa. También presenta propiedades nutricionales, aportando minerales (hierro, zinc, calcio, magnesio…) y vitaminas (A, del grupo B y E). Presenta un alto contenido en zinc, facilitando a nuestro organismo a asimilar y a almacenar la insulina. Este zinc ayuda en el proceso de crecimiento, es beneficioso para el sistema inmunitario, ayuda a metabolizar las proteínas y mejora la cicatrización de heridas. Su contenido en hierro previene la aparición de la anemia ferropénica.

Si este plato lo acompañamos de un primero que complete el aporte de vitaminas, minerales y fibra, estaremos haciendo una dieta saludable.

Siempre debemos decantarnos por las carnes magras, que tienen menos grasas saturadas, menos colesterol y engordan menos que las carnes grasas, que son perjudiciales para la salud y que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, colesterol, triglicéridos…