Ingredientes

  • dátil 10 gr. 1 Unidad 25.83 kcal.

Preparación

Es importante preparar cualquier fruta antes de consumirla para garantizar una higiene, con el fin de eliminar residuos de fitosanitarios y los restos de tierra o posibles insectos que hayan quedado adheridos.

Para ello, se procederá a seguir unos pasos previos antes del lavado con el fin de evitar la contaminación cruzada y lograr que la conservación de las frutas sea lo más óptima posible.
Antes de nada, nos lavaremos bien las manos antes de manipular la fruta.

Seguidamente, lavaremos la fruta con agua corriente, siempre y cuando sea potable.

Se desaconseja el uso de sustancias que desinfectan o limpian las frutas, así como el uso de detergentes, pues estos pueden quedarse adheridos en la piel de las mismas y causar algún tipo de intoxicación.

Es recomendable lavar las frutas en el momento en que se vayan a consumir, y proceder a su secado mediante papel de cocina de un solo uso.

Las frutas que pertenecen al grupo de las bayas o frutos del bosque, merecen especial cuidado a la hora de manipularlas, pues son delicadas a los golpes y podrían deteriorarse (fresas, frambuesa, arándano).

Las frutas que son de consistencia más dura y que además tienen una piel comestible, deberemos lavarlas bien antes de consumirlas, ya sea con o sin piel (melocotón, manzana, pera).

Aquellas frutas que presentan una piel no comestible (aguacate, papaya, mango), las lavaremos bien de igual forma, para evitar contaminarlas una vez las pelemos.

Existen frutas más grandes con una piel o corteza mucho más resistente (piña, sandía, melón). Suelen tener más cantidad de suciedad, como tierra y polvo. Deberemos lavarlas igualmente antes de proceder a partirlos, y además, es recomendable usar un cuchillo distinto para partirlas y otro para trocearlas.

En definitiva, emplearemos un método de lavado, pelado y troceado, siempre asegurando unas medidas de higiene que permitan hacer seguro el consumo de las frutas.

Información adicional

El dátil es un alimento que mayoritariamente se consume desecado. Las frutas desecadas presentan mayor concentración de nutrientes debido a la pérdida de agua.

Las vitaminas más relevantes son las vitaminas A, C y E. Todas ellas con acción antioxidante sobre el organismo. Algunas vitaminas del grupo B, como la tiamina, riboflavina y niacina también se encuentran presentes de forma elevada.

Es una fruta que aporta una gran cantidad de minerales, de cuales destacan por su alto contenido el potasio, magnesio, calcio, cobre, zinc, selenio, fósforo, hierro y sodio.

Es una buena fuente de fibra dietética, aunque las frutas desecadas son más difíciles de digerir. Es por ello que se recomienda un consumo moderado en aquellas personas que padecen problemas digestivos.

Es una fuente saludabe de hidratos de carbono, aunque es bastante calórico, aporta energía de un modo saludable ya que contiene azúcares con un índice glucémico bajo.

Este hecho puede ser interesante para combatir el cansancio y la fatiga, o para situaciones en las que se necesita un mayor incremento de energía, como por ejemplo el deporte.

Por otro lado, es beneficioso para aumentar la potencia sexual, pues se trata de una fruta con altos niveles de estradiol y flavonoides.

No son recomendables para aquellas personas que siguen una dieta de adelgazamiento o presentan sobrepeso, pues podrían contribuir al aumento de peso.