Ingredientes
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hojas verdes variadas (envasado) 150 gr. 1 Envase 37.50 kcal. -
tomate 100 gr. 1 Pieza pequeña 17.85 kcal. -
pechuga de pollo 100 gr. 1 Filete pequeño 96.36 kcal. -
nuez sin cáscara 12 gr. 3 Unidad 82.62 kcal. -
queso fresco de Burgos 62 gr. 1 Envase pequeño 103.85 kcal. -
vinagre 7 gr. 1 Cucharada sopera 0.28 kcal. -
sal 2 gr. 1 Pellizco 0.00 kcal. -
aceite de oliva 10 gr. 1 Cucharada sopera 90.00 kcal.
Preparación
1. Cogemos una bolsa de hojas verdes (ó lechuga) y lo echamos en un bol.
2. A continuación, en una sartén con una gota de aceite, hacemos el pollo.
3. Cortamos en trozos el pollo, el queso fresco tipo burgos y el tomate. Lo añadimos en el bol.
4. Agregamos las nueces.
5. Aliñamos con aceite de oliva, vinagre y sal.
6. Por último, lo removemos todo.
Información adicional
Estamos ante una receta muy fácil y rápida, que por un lado nos da un aporte nutricional a través de los vegetales y por otro lado un aporte energético procedente del pollo, del queso fresco y las nueces.
Las verduras de hoja verde y el tomate tienen un bajo aporte calórico y una gran riqueza nutricional, aportándonos vitaminas (A, C, del grupo B, E y K), minerales (calcio, hierro, magnesio y potasio) y fibra.
El tomate presenta un alto contenido en licopeno, antioxidantes que le da el color rojo, que ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer, disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y protege frente a las enfermedades cardiovasculares.
El queso fresco se caracteriza por ser rico en proteínas de alto valor biológico y presentar un contenido en grasas medio (si usas un queso fresco desnatado, el contenido en grasa será bajo y tendrá menor aporte energético). También es rico en vitaminas y minerales, destacando la presencia del calcio, siendo muy importante para prevenir la osteoporosis.
Las nueces son vegetales ricos en calorías haciendo una mezcla final muy equilibrada. Aportan ácidos grasos poliinsaturados (omega3) y esteroles vegetales, nutrientes que ayudan a regular el colesterol (disminuyendo el colesterol malo o LDL y favoreciendo el colesterol bueno o HDL) y a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
El pollo es rico en proteínas de alto valor biológico y con un bajo contenido en grasas. En su composición también encontramos nutrientes, con importantes cantidades de vitaminas (vitaminas del grupo B, vitamina A) y minerales (hierro, zinc y fosforo). La pechuga de pollo (si piel), es la parte del pollo con menos grasa y colesterol, siendo ideal para aquellas personas con colesterol, triglicéridos o ácido úrico. También es perfecta para aquellas personas que hacen dieta para perder peso o que hacen dieta para conseguir musculación.
En definitiva, encontramos un plato muy equilibrado, ideal para aquellas personas que quieren hacer una dieta mediterránea.