Ingredientes

Preparación

1. Si las espinacas son frescas, las ponemos a hervir durante 5 minutos en agua con sal. Si se trata de espinacas envasadas, las ponemos en una sartén con un poco de aceite y en unos minutos estarán hechas.

2. En una sartén con aceite de oliva agregamos las espinacas.

3. Lo dejamos hacer unos 2-3 minutos dándole vueltas.

4. Seguidamente añadimos la leche, el queso, las nueces troceadas y la sal. Le vamos dando vueltas hasta que espese.

5. Por último, una vez este todo hecho una pasta, lo pasamos a un plato y ya tendremos esta receta de cocina de espinacas baja en fructosa.

Información adicional

Estamos ante una receta de cocina baja en fructosa, donde encontramos los siguientes ingredientes:

Las espinacas son muy nutritivas, siendo ricas en vitaminas (B, C y E), minerales (potasio, calcio, fosforo, magnesio y hierro), fibra y antioxidantes. Destaca por ser una de las verduras con más propiedades antioxidantes, siendo ideal para prevenir la aparición del cáncer. También destacar, que presenta coenzima Q-10, que combate el cansancio y ácido fólico, importante durante el embarazo para evitar la espina bífida en el futuro bebé. Es importante saber que es una de la verduras con menor contenido a en fructosa, por lo que para pacientes que son intolerantes a este azúcar natural de los alimentos es muy interesante.

Están totalmente contraindicadas en personas con artritis, gota y cálculos, ya que favorecen el desarrollo de cálculos renales. Presenta altos niveles de vitamina K, que participa en la coagulación de la sangre y un elevado consumo de estas verduras (vitamina K) puede interferir con ciertos medicamentos (ej. Sintrón) para regular la coagulación de la sangre.

Por otro lado, los lácteos que hemos empleado son enteros, por lo que su contenido en grasa es mayor, aumentando el aporte calórico de la receta. Al presentar un contenido en grasa alto, es poco recomendado para aquellas personas que sufren patologías de la vesícula bilia. Aunque si es recomendable para aquellas personas con osteoporosis o baja densidad mineral ósea ya que su contenido en vitamina D ayudará a la absorción de calcio por parte de los huesos.

El queso y las nueces también nos dan un aporte alto en grasa. Ambos son alimentos ricos en vitaminas del grupo B, principalmente la vitamina B6, además el queso es muy rico en calcio con lo una porción de producto contiene un 18% más de la ingesta recomendada diaria y las nueces son beneficiosas para el cerebro y el corazón. 

En definitiva, podemos decir que estamos ante una receta rica en grasa y baja en fructosa, ya que este es un azúcar que se encuentra principalmente en frutas y verduras. En esta receta optamos por las espinacas con baja cantidad en fructosa y eliminamos los ajos y las cebollas que si pueden ser perjudiciales por su contenido en fructosa.