Ingredientes

Preparación

1. Precalentamos el horno a 180º C durante 10 minutos y preparar una bandeja apta para horno con una lámia de papel vegetal.

2. Mezclar la harina de garbanzos con las semillas de sésamo y la sal.

3. Añadir el aceite a la mezcla y poco a poco incluir el agua y amasar hasta que la masa no se pegue en las manos. Añadir harina hasta conseguir este efecto.

4. Estirar la masa con la ayuda de un rodillo hasta conseguir que se quede fina.

5. Cortar la masa según la forma deseada.

6. Introducimos en el horno a 180º C durante 20 minutos. Comprobar el horno pasado este tiempo hasta que adquieran el dorado y el crocante que se buscaba. 

Puntos Críticos

1. Durante todo el proceso hay que tener mucho cuidado con este punto pero donde se hace especialmente sensible es a la hora de masar y aplanar la mezcla. Tenemos que mantener muy limpio (y hacer limpieza antes de comenzar la elaboración) la cocina donde vayamos a hacerlas para tratar de reducir el riesgo de contaminación cruzada y que esto pueda afectar en la salud de las personas que sean intolerantes al gluten. Atender también a la limpieza de los utensilios necesarios, como por ejemplo limpiar muy bien el rodillo por el que pasará toda a masa dedicada a la producción del producto.

Información adicional

Ideal receta para personas que presentan una intolerancia o alergia al gluten. Alternativa saciante para comidas como desayuno o media mañana, incluso una de las mejores opciones si estamos acostumbrados al picoteo y os es complicado el apartarlo.

La población que no puede consumir gluten está aumentando su número considerablemente en los últimos años, motivo por el cual cada vez son más aquellos fabricantes que realizan productos aptos para ellos. Estas galletas están completamente libres de esta proteína por lo que pueden ser consumidas sin problemas. Están hechas con una harina de garbanzo cuyo contenido en fibra es superior a la harina de trigo integral por lo que los beneficios que genera este elemento en el organismo se ve incrementado. Entre los beneficios más importantes encontramos la capacidad para mejorar el tracto intestinal consiguiendo con ello aliviar los problemas de estreñimiento y aumentar la absorción de agua del organismo. Además, aunque en una menor cantidad, contiene ciertas proteínas y vitaminas presentes en el garbanzo que, aun no siendo las de mejor calidad biológica, nos proporciona un aporte adecuado para comidas ligeras.

Las semillas de sésamo nos proporcionan una mejora en el sistema inmunitario gracias a su contenido en vitaminas del grupo B y E, esta última también actúa como ayuda para la vitamina K, que podemos encontrar en otros alimentos, facilitando una mayor dilatación en los vasos sanguíneos y reduciendo de esta manera el riesgo de coagulación de la sangre. Además estas semillas son ricas en ácidos grasos poliinsaturados, fundamentales para la síntesis de algunas hormonas, mantenimiento de membranas celulares y como controlados de la presión arterial. Este nutriente también es beneficioso para reducir la cantidad de colesterol total del organismo.