Ingredientes

Preparación

1. Ponemos los garbanzos en remojo con agua y sal la noche antes.

2. Al día siguiente enjuagamos los garbanzos bajo el chorro de agua fría.

3. Limpiamos, pelamos y cortamos al gusto todas las verduras.

4. Ponemos una pequeña cantidad de aceite en una sartén y cuando esté caliente añadimos el puerro picado al gusto.

5. Una vez esté todo pochado, agregamos las acelgas. Seguimos removiendo hasta que esté todo tierno.

6. Justo antes de retirar la sartén del fuego agregaremos la sal, el pimentón y el comino, rehogamos y rápidamente mojamos con un cazo de agua.

7. Cocinamos los garbanzos junto con las verduras y cubrimos con agua. Pasado unos 40 minutos agregamos el arroz y lo dejamos unos 15-20 minutos más.

8. Ir probando hasta que esté todo tierno.

9. Y ya tenemos un plato maravilloso y saludable, ideal para dietas bajas en fructosa.

Información adicional

Los platos que contienen legumbres suelen ir acompañados de diversas verduras que en este caso hemos obviado para reducir la cantidad de fructosa y así adapatar el plato a un grupo determinado como son los intolerantes a la fructosa.

Utilizamos mayor cantidad de especias (al gusto de cada persona), para aportar ese sabor que al quitar las verduras podemos echar de menos, como son el pimentón y el comino. Por otra parte nos quedamos con dos tipos de verduras para este receta las cuales tienen un contenido en fructosa muy bajo y debe ser apto y fácilmente tolerable para aquellas personas que padecen este intolerancia, además nos aportan fibra y una gran variedad de minerales y vitaminas, estas verduras son el puerro y las acelgas.

La combinación del arroz y los garbanzos es muy interesante a nivel nutricional, ya que las proteínas de las legumbres y de los cereales se complementan, consiguiendo obtener proteínas de alto valor biológico, que se encuentran en los alimentos animales.

Los garbanzos presentas proteínas vegetales incompletas e hidratos de carbono de asimilación lenta. Destaca su riqueza en lecitina, tipo de grasa que ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre; también es rico en ácidos grasos esenciales, destacando el omega-6. También son ricas en vitaminas (del grupo B), minerales (hierro, potasio y calcio) y fibra. Su contenido en hierro hace que sea beneficioso para aquellas personas con anemia ferropénica y el potasio evita la hipertensión. Contiene fibras solubles e insolubles; las solubles ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre, previniendo las enfermedades cardiovasculares; y las insolubles regulan el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.

El arroz que hemos añadido a este plato nos aporta principalmente hidratos de carbono y una pequeña proporción de proteínas incompletas que se complementan con las de las lentejas. También presenta vitaminas (vitaminas del grupo B), minerales, fibras (regula el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento) y antioxidantes (compuestos fenólicos, con acción antiinflamatoria). Tiene bajos niveles de grasa, colesterol y sodio, siendo beneficioso para aquellas personas hipertensas, con colesterol alto y con enfermedades cardiovasculares. Es astringente, por lo tanto, es bueno para cortar las diarreas.

En definitiva, podemos decir que nos encontramos ante una receta vegetariana apta para personas con intolerancia a la fructosa.