Ingredientes

Preparación

1. Ponemos los garbanzos en remojo con agua y sal la noche antes.

2. Al día siguiente enjuagamos los garbanzos bajo el chorro de agua fría.

3. Los cocemos en una olla a presión con agua hirviendo.

4. Limpiamos, pelamos y cortamos el puerro al gusto.

5. Ponemos una pequeña cantidad de aceite en una sartén y cuando esté caliente añadimos el puerro.

6. Una vez esté todo pochado, agregamos las espinacas. Seguimos removiendo hasta que esté todo tierno.

7. Justo antes de retirar la sartén del fuego agregaremos el pimentón y el comino, rehogamos y rápidamente mojamos con un cazo de caldo de los garbanzos.

8. Cuando los garbanzos comiencen a estar tiernos, agregamos el sofrito de verduras.

9. Sazonamos con sal y dejamos cocer despacio hasta que esté en su punto.

10. Y ya tenemos una receta de cocina maravillosa y saludable baja en fructosa.

Información adicional

Los platos que contienen legumbres suelen ir acompañados de diversas verduras que en este caso hemos obviado para reducir la cantidad de fructosa y así adapatar el plato a un grupo determinado como son los intolerantes a la fructosa.

Utilizamos mayor cantidad de especias (al gusto de cada persona), para aportar ese sabor que al quitar las verduras podemos echar de menos, como son el pimentón y el comino. Por otra parte nos quedamos con dos tipos de verduras para esta receta las cuales tienen un contenido en fructosa muy bajo y debe ser apto y fácilmente tolerable para aquellas personas que padecen este intolerancia, además nos aportan fibra y una gran variedad de minerales y vitaminas, estas verduras son el puerro y las espinacas.

Las espinacas son muy nutritivas, siendo ricas en vitaminas (B, C y E), minerales (potasio, calcio, fosforo, magnesio y hierro), fibra y antioxidantes. Destaca por ser una de las verduras con más propiedades antioxidantes, siendo ideal para prevenir la aparición del cáncer. También destacar, que presenta coenzima Q-10, que combate el cansancio y ácido fólico, importante durante el embarazo para evitar la espina bífida en el futuro bebé.

Están totalmente contraindicadas en personas con artritis, gota y cálculos, ya que favorecen el desarrollo de cálculos renales. Presenta altos niveles de vitamina K, que participa en la coagulación de la sangre y un elevado consumo de estas verduras (vitamina K) puede interferir con ciertos medicamentos (ej. Sintrón) para regular la coagulación de la sangre.

Los garbanzos presentas proteínas vegetales e hidratos de carbono de asimilación lenta, por lo que las personas diabéticas las pueden tomar sin ningún temor. Destaca su riqueza en lecitina, tipo de grasa que ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre; también es rico en ácidos grasos esenciales, destacando el omega-6. También son ricas en vitaminas (del grupo B), minerales (hierro, potasio y calcio) y fibra. Su contenido en hierro hace que sea beneficioso para aquellas personas con anemia ferropénica y el potasio evita la hipertensión. Contiene fibras solubles e insolubles; las solubles ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre, previniendo las enfermedades cardiovasculares; y las insolubles regulan el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.

En definitiva, podemos decir que estamos ante una receta sana, perfecta para que aquellas personas intolerantes a la fructosa lleven una dieta variada y equilibarada.