Ingredientes

Preparación

1. Ponemos los garbanzos en remojo con agua y sal la noche antes.

2. Al día siguiente enjuagamos los garbanzos bajo el chorro de agua fría.

3. Los cocemos en una olla a presión con agua hirviendo, junto con las verduras (previamente lavado y pelado), un poco de aceite y sal.

4. A parte, ponemos en una olla los mejillones, el laurel, un poco de agua hirviendo y esperamos a que se abran. Una vez cocidos, sacamos la carne de la concha y reservamos el caldo.

5. Cuando los garbanzos estén cocidos, sacamos todas las verduras, las ponemos en una batidora, le añadimos el azafrán y las trituramos.

6. Ponemos en una olla los garbanzos, las verduras trituradas y el agua que necesitemos para cubrirlos (mezclamos el agua de cocer los garbanzos con el de cocer los mejillones).

7. Dejamos que cueza todo 5 minutos, añadimos los mejillones, probamos de sal y lo dejamos 2 minutos más.

8. Pasado ese tiempo ya tenemos listo este plato tan energético.

Información adicional

Receta saludable, que nos da un aporte energético a través de los garbanzos y los mejillones y un aporte nutricional mediante las verduras.

Los garbanzos presentas proteínas vegetales e hidratos de carbono de asimilación lenta, por lo que las personas diabéticas las pueden tomar sin ningún temor. Destaca su riqueza en lecitina, tipo de grasa que ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre; también es rico en ácidos grasos esenciales, destacando el omega-6. También son ricas en vitaminas (del grupo B), minerales (hierro, potasio y calcio) y fibra. Su contenido en hierro hace que sea beneficioso para aquellas personas con anemia ferropénica y el potasio evita la hipertensión. Contiene fibras solubles e insolubles; las solubles ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre, previniendo las enfermedades cardiovasculares; y las insolubles regulan el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.

Los mejillones aumentas este aporte energético, ya que presentan proteínas de alto valor biológico. También son ricos en vitaminas (destacando las del grupo B) y en minerales (yodo, hierro, potasio, magnesio). Su alto contenido en potasio, hace que sea beneficioso para aquellas personas con hipertensión o retención de líquidos. El hierro que presenta hace que sea aconsejado tomarlo en personas con anemia ferropénica. Su contenido en grasa en muy bajo, pero este pequeño aporte es de ácidos grasos omega-3, previniendo las enfermedades cardiovasculares y bajando el colesterol.

Los mejillones aportan una gran cantidad de glucosamina, siendo este el antiinflamatorio natural más potente, siendo un alimento ideal para aquellas personas con problemas articulares (artritis, artrosis).

Por otro lado, las verduras son bajas en calorías y ricas en vitaminas y minerales, siendo muy beneficioso para la salud. Además, aportan cantidades notables de fibra, que regulan nuestro tránsito intestinal y evitan el estreñimiento.

En definitiva, podemos decir que nos encontramos ante una receta saludable, ideal para personas que hacen dieta equilibrada.