Ingredientes
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jamoncitos de pollo 300 gr. 2 Pieza mediana 123.80 kcal. -
cebolla 50 gr. 1/2 Pieza pequeña 16.96 kcal. -
calabacín 100 gr. 1/2 Pieza pequeña 27.88 kcal. -
pimiento verde de asar 100 gr. 1 Pieza pequeña 16.36 kcal. -
sal 1 gr. 1/2 Pellizco 0.00 kcal. -
orégano 2 gr. 1 Pellizco 7.01 kcal. -
pimienta negra molida 2 gr. 1 Pellizco 4.53 kcal. -
caldo de pollo envasado 50 gr. 1/2 Vaso de vino 2.55 kcal. -
aceite de oliva 10 gr. 1 Cucharada sopera 90.00 kcal.
Preparación
1. Precalentamos el horno a 200 grados.
2. Limpiamos y sazonamos con sal y pimienta el pollo. Reservamos.
3. Por otra parte, limpiamos, pelamos y cortamos al gusto todas las verduras. Las colocamos en la bandeja del horno de forma intercalada y agregamos un poco de aceite, orégano y el caldo de pollo.
4. Colocamos los jamoncitos de pollo sobre las verduras y lo metemos en el horno a 200 grados durante unos 45-50 minutos. A mitad de cocción, sacamos la bandeja, removemos las verduras y le damos la vuelta al pollo. Si se queda seco en algún momento, agregar un poco de agua o caldo de pollo.
5. Pasado ese tiempo tendremos este plato tan nutritivo.
Observaciones: Puedes sustituir las verduras por otras.
Información adicional
La carne de pollo es rica en proteínas de alto valor biológico y con un bajo contenido en grasas. En su composición también encontramos nutrientes, con importantes cantidades de vitaminas (vitaminas del grupo B, vitamina A) y minerales (hierro, zinc y fosforo). Las vitaminas del grupo B permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (proteínas, hidratos de carbono y lípidos), intervienen en la formación de los glóbulos rojos, en el funcionamiento del sistema nervioso y además son necesarias para mantener una buena salud en los tejidos que componen nuestro cuerpo. El hierro participa en la formación de los glóbulos rojos y el transporte de oxígeno, evitando la anemia ferropénica. El zinc mejora el sistema inmunitario. El fósforo, forma los huesos.
Las verduras que hemos empleado para elaborar esta receta, no sólo van a enriquecer el plato con una buena cantidad de vitaminas, minerales, fibra y sustancias de acción antioxidante, sino que también van a aportar color y jugosidad a la carne.
Siempre debemos decantarnos por las carnes magras, que tienen menos grasas saturadas, menos colesterol y engordan menos que las carnes grasas, que son perjudiciales para la salud y que aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, colesterol, triglicéridos…