Ingredientes

Preparación

1. En primer lugar enjuagamos las alcachofas y las escurrimos.

2. Sofreimos en una sartén con aceite, y doramos ligeramente. 

3. Pelar y cortar los ajos, majarlos con sal y perejil y añadirlo al sofrito de alcachofas.

4. Incorporar la pimienta, el vino, la salsa de tomate y guisarlo todo 5 minutos. 

5. Por otro lado, poner agua a hervir con abundante sal. Cuando esté caliente, cocer la pasta. Y escurrirla. 

6. Añadir la pasta recien hervida al sofrito y removerla. 

7. Finalmente, lo servimos en un plato y ya podremos disfrutar de esta receta saludable de pasta con alcachofas y tomate.

Información adicional

La pasta por ser un alimento elaborado a base de harina de trigo, tiene un elevado contenido en carbohidratos. Los hidratos de carbono aportados son de absorción lenta con lo que libera la energía poco a poco manteniendo por más tiempo la sensación de saciedad. El aporte de grasas es muy bajo, además no contiene colesterol sino grasas vegetales y en cantidades muy pequeñas. El aporte de vitaminas y minerales es relativamente bajo, excepto que estas hayan sido enriquecidas. Esto se debe fundamentalmente a que en la elaboración se utiliza el endospermo (parte intermedia de los granos rico en gluten y almidón), quedando los minerales en las capas externas del grano. Aún así, la pasta contiene vitaminas del grupo E y B, que son considerados antioxidantes celulares. La pasta aporta también un porcentaje aceptable de fibra vegetal, (sobre todo las pastas integrales), lo que favorece el funcionamiento gastrointestinal y ayuda a metabolizar el colesterol y los triglicéridos.

La alcachofa es rica en vitaminas, minerales y antioxidantes. Además, es muy diurética, siendo muy recomendada para aquellas personas que retienen líquidos. Su poder principal, es la capacidad que tienen para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y disminuir la presión arterial. Además, es capaz de aumentar la secreción biliar, siendo beneficioso para aquellas personas con problemas digestivos y hepáticos. Es capaz de reducir los niveles de azúcar en sangre, siendo un alimento indispensable en la dieta de los diabéticos, al ayudar a combatir la diabetes desde un punto de vista nutricional.

El tomate es muy nutritivo, con un bajo aporte energético. Es rico en vitaminas (B, C y A), minerales (potasio, fósforo y magnesio), antioxidantes y fibra. Destaca la presencia de vitamina C, que actúa como antioxidante y previene el cáncer. La vitamina A ayuda a mejorar la visión. Presenta un alto contenido en licopeno, antioxidantes que le da el color rojo, que ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer, disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y protege frente a las enfermedades cardiovasculares. Es bajo en sodio, por lo que es muy recomendado en hipertensos. Su piel es rica en fibra, regulando nuestro tránsito intestinal y evitando el estreñimiento, por lo tanto hay que comerlo con la piel.