Ingredientes

Preparación

1. Lavamos las patatas, las cortamos por la mitad en sentido longitudinal y le pinchamos la piel por varios sitios.

2. Cogemos una fuente, colocamos las patatas con el corte hacia abajo formando un círculo y sin que lleguen a tocarse.

3. Las regamos con 8 cucharadas de agua y espolvoreamos un poco de sal.

4. Tapamos la fuente con film transparente y la metemos en el microondas durante 5 minutos a máxima potencia.

5. Pasado ese tiempo, comprobamos que las patatas están cocidas pinchándolas con un palillo.

6. Si están un poco duras, podemos ponerlas en el microondas unos minutos más, hasta que estén tiernas.

7. Una vez en su punto, las dejamos reposar unos minutos antes de pelarlas y servirlas.

8. Mientras se hacen las patatas, sazonamos el pollo con sal pimienta y reservamos.

9. Pelamos el ajo y lo picamos.

10. En una sartén calentamos el aceite de oliva y agregamos la carne, le damos varias vueltas hasta que quede hecho, retiramos y reservamos.

11. En el mismo aceite añadimos el ajo y removemos hasta que quede dorado.

12. Seguidamente añadimos las judías verdes y removemos hasta que quede cocinado.

13. Por último, servimos en un plato el pollo con las judías verdes y la patata, estando ante una de esas recetas saludables de pollo.

Información adicional

Receta fácil y rápida de cocina, donde encontramos diferentes ingredientes:

La carne de pollo es rica en proteínas de alto valor biológico y con un bajo contenido en grasas. En su composición también encontramos nutrientes, con importantes cantidades de vitaminas (vitaminas del grupo B, vitamina A) y minerales (hierro, zinc y fosforo). Las vitaminas del grupo B permiten el aprovechamiento de los nutrientes energéticos (proteínas, hidratos de carbono y lípidos), intervienen en la formación de los glóbulos rojos, en el funcionamiento del sistema nervioso y además son necesarias para mantener una buena salud en los tejidos que componen nuestro cuerpo. El hierro participa en la formación de los glóbulos rojos y el transporte de oxígeno, evitando la anemia ferropénica. El zinc mejora el sistema inmunitario. El fósforo, forma los huesos. La pechuga de pollo (si piel), es la parte del pollo con menos grasa y colesterol, siendo esta una receta ideal para aquellas personas con colesterol, triglicéridos o ácido úrico. También es perfecta para aquellas personas que hacen dieta para perder peso o que hacen dieta para conseguir musculación.

Las patatas son muy energéticas, aportándonos hidratos de carbono complejos, siendo fundamental para el mantenimiento de los niveles de azúcar en sangre. Son ricas en vitamina C, aumentando las defensas y potenciando la inmunidad de nuestro organismo. Además, presenta altos niveles de potasio, ayudando a controlar la hipertensión y su contenido en fibra, regula nuestro tránsito intestinal y evita el estreñimiento.

Las judías verdes son bajas en calorías, presentan un alto contenido en agua y son una fuente importante de fibra, vitaminas (provitamina A, vitaminas del grupo B y vitamina C) y minerales (potasio, calcio, magnesio y fósforo). Su contenido en potasio facilita la eliminación de líquidos corporales, siendo ideal para aquellas personas con retención de líquidos y tensión arterial alta. Su contenido en fibra regula nuestro tránsito intestinal y evita el estreñimiento. Si padeces de tensión alta o retención de líquidos, deberías tomar las judías verdes frescas, ya que las envasadas contiene alto contenido en sodio, siendo perjudicial para la hipertensión.

En definitiva, estamos ante una de esas recetas de pollo acomplañado de verduras, ideal para usuarios que les gusta la comida sana.