Ingredientes

Preparación

1. Lavamos y cortamos el pepino en rodajas más o menos finas y los ponemos en un recipiente.

2. Seguidamente, cogemos la mozzarella, la cortamos a cuadraditos y lo agregamos al pepino.

3. A parte, en un recipiente, echamos el vinagre, el ajo picado, la sal y el aceite de oliva. Lo mezclamos todo muy bien.

4. Finalmente, agregamos esta mezcla sobre el pepino y al queso y ya tenemos nuestro plato, ideal para personas que buscan recetas de verano cetogénicas siendo intolerante a la lactosa.

Información adicional

Estamos ante una de esas recetas económicas para el verano de aliño, donde el pepino es un vegetal con un bajo aporte calórico y un alto contenido en agua. Es muy nutritivo, aportándonos vitaminas, minerales, antioxidantes y una pequeña cantidad de fibra. Es rica en vitamina A y C. La vitamina A mejora la salud de nuestra visión y la vitamina C nos protege de los resfriados y nos ayuda a cicatrizar las heridas. Tiene un alto contenido en potasio, que hace que sea un diurético natural y como consecuencia elimina sustancias tóxicas a través de la orina.

El queso mozzarella sin lactosa es ideal para aquellas personas intolerantes a la lactosa. Se caracteriza por ser rico en proteínas de alto valor biológico y grasas saturadas (si usas un queso mozzarella fresco desnatado, el contenido en grasa será bajo y tendrá menor aporte energético). También es rico en vitaminas y minerales. Presenta una importante fuente de calcio, que se disuelve en el ácido láctico del queso, haciéndose más absorbible por nuestro sistema digestivo. El calcio fortalece los huesos y los dietes, previene la osteoporosis, ayuda al crecimiento infantil y ayuda a la cicatrización de las heridas. La vitamina D que presenta, permite que el calcio se fije mejor a los huesos.

En definitiva, este plato se agrupa dentro de comidas fáciles de hacer, con un elevado contenido en proteínas y en grasa, ideal para aquellas personas que quieren recetas para adelgazar cetogénicas y son intolerantes a la lactosa.