Ingredientes

Preparación

Paso 1: Preparación de la Base

  1. Precalienta el horno a 200°C (390°F).
  2. Escurre bien el queso cottage: Coloca los 200 gramos de queso cottage en un tazón pequeño. Usa una cuchara para presionarlo y eliminar el exceso de líquido. Esto es importante para que la base de la pizza se mantenga firme en el horno.
  3. Dale forma a la base: Cubre una bandeja de horno con papel para hornear. Vierte el queso cottage escurrido en el centro de la bandeja y usa una espátula o cuchara para extenderlo en un círculo de aproximadamente 20 cm de diámetro y 0.5 cm de grosor.
  4. Hornea la base: Coloca la bandeja en el horno y hornea durante unos 15 minutos, o hasta que los bordes de la base estén ligeramente dorados y el queso cottage haya adquirido firmeza. El centro aún estará suave, pero ganará consistencia al añadir los toppings.

Paso 2: Añadir los Toppings

  1. Extiende la salsa de tomate: Saca la base del horno y distribuye los 30 gramos de salsa de tomate sobre la superficie de manera uniforme con una cuchara.
  2. Coloca los ingredientes: Agrega los 50 gramos de champiñones en láminas, las rodajas del tomate mediano, los 50 gramos de queso mozzarella rallado y las tiras de 40 gramos de jamón cocido. Distribuye todos los ingredientes de manera equilibrada sobre la salsa de tomate.
  3. Espolvorea orégano (opcional): Para un toque de sabor extra, espolvorea un pellizco de orégano sobre los toppings.

Paso 3: Cocción Final

  1. Hornea nuevamente: Vuelve a colocar la pizza en el horno y hornea durante 10 minutos más, o hasta que el queso mozzarella esté completamente derretido y los bordes de la base de queso cottage estén dorados y crujientes.
  2. Reposo y presentación: Saca la pizza del horno, deja reposar un minuto y corta en porciones. Esto ayudará a que los sabores se integren y será más fácil de manipular.

Información adicional

La pizza con base de queso cottage es una opción ligera, alta en proteínas y baja en carbohidratos. Gracias a su contenido en queso cottage, mozzarella y jamón cocido aporta proteínas de alta calidad que favorecen la saciedad y el mantenimiento muscular y es una buena opción para una dieta hiperproteica. Su bajo contenido en carbohidratos la hace ideal para dietas keto o bajas en carbohidratos, ya que, al no llevar harina en la base, mantiene estables los niveles de azúcar en sangre. Además es apta para intolerantes al gluten.

También es una buena fuente de calcio y fósforo, minerales esenciales para la salud ósea y la función muscular, y de vitaminas del complejo B, importantes para la producción de energía. El tomate, uno de sus ingredientes principales, aporta antioxidantes como el licopeno, vitamina C y vitamina K, beneficiando la salud celular y ósea.

Esta pizza es más baja en calorías que la tradicional, lo que la convierte en una alternativa adecuada para el control de peso y para quienes desean una comida saludable y satisfactoria sin renunciar al sabor.