Ingredientes
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tamarindo 100 gr. Porción pequeña 97.54 kcal.
Preparación
Es importante preparar cualquier fruta antes de consumirla para garantizar una higiene, con el fin de eliminar residuos de fitosanitarios y los restos de tierra o posibles insectos que hayan quedado adheridos.
Para ello, se procederá a seguir unos pasos previos antes del lavado con el fin de evitar la contaminación cruzada y lograr que la conservación de las frutas sea lo más óptima posible.
Antes de nada, nos lavaremos bien las manos antes de manipular la fruta.
Seguidamente, lavaremos la fruta con agua corriente, siempre y cuando sea potable.
Se desaconseja el uso de sustancias que desinfectan o limpian las frutas, así como el uso de detergentes, pues estos pueden quedarse adheridos en la piel de las mismas y causar algún tipo de intoxicación.
Es recomendable lavar las frutas en el momento en que se vayan a consumir, y proceder a su secado mediante papel de cocina de un solo uso.
Las frutas que pertenecen al grupo de las bayas o frutos del bosque, merecen especial cuidado a la hora de manipularlas, pues son delicadas a los golpes y podrían deteriorarse (fresas, frambuesa, arándano).
Las frutas que son de consistencia más dura y que además tienen una piel comestible, deberemos lavarlas bien antes de consumirlas, ya sea con o sin piel (melocotón, manzana, pera).
Aquellas frutas que presentan una piel no comestible (aguacate, papaya, mango), las lavaremos bien de igual forma, para evitar contaminarlas una vez las pelemos.
Existen frutas más grandes con una piel o corteza mucho más resistente (piña, sandía, melón). Suelen tener más cantidad de suciedad, como tierra y polvo. Deberemos lavarlas igualmente antes de proceder a partirlos, y además, es recomendable usar un cuchillo distinto para partirlas y otro para trocearlas.
En definitiva, emplearemos un método de lavado, pelado y troceado, siempre asegurando unas medidas de higiene que permitan hacer seguro el consumo de las frutas.
Información adicional
El tamarindo es una fruta que proviene del África, forma una especie de vaina y es una planta leguminosa con una forma alargada. La pulpa es pegajosa y tiene un sabor ligeramente agridulce.
El componente principal son los hidratos de carbono, en mayor proporción fructosa y glucosa.
El contenido en ácidos orgánicos es variado (cítrico y málico) que le confieren propiedades antisépticas y alcalinizantes de la orina. Tiene un gran poder antioxidante.
En cuanto a la fibra, destaca principalmente la pectina, un tipo de fibra soluble, con propiedades calmantes, ya que disminuyen la acidez digestiva. Es por ello que resulta interesante en aquellas personas que sufren trastornos gastrointestinales.
Destaca su gran contenido en potasio, vitamina C y provitamina A (betacaroteno).
Es efectivo en dietas de adelgazamiento, gracias a sus propiedades depurativas, laxantes y saciantes, aunque de una forma moderada por su alto valor calórico.
El consumo de esta fruta debe ser moderado para aquellas personas que padecen insuficiencia renal por su alto contenido en potasio.