Ingredientes

Preparación

1. Lavamos y cortamos en rodajas el tomate.

2. Los ponemos en un plato llano, le añadimos los espárragos blancos y lo aliñamos con aceite y sal.

3. Y ya podremos disfrutar que esta receta veraniega.

Información adicional

El tomate es muy nutritivo, con un bajo aporte energético. Es rico en vitaminas (B, C y A), minerales (potasio, fósforo y magnesio), antioxidantes y fibra. Destaca la presencia de vitamina C, que actúa como antioxidante y previene el cáncer. La vitamina A ayuda a mejorar la visión. Presenta un alto contenido en licopeno, antioxidantes que le da el color rojo, que ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer, disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre y protege frente a las enfermedades cardiovasculares. Es bajo en sodio, por lo que es muy recomendado en hipertensos. Su piel es rica en fibra, regulando nuestro tránsito intestinal y evitando el estreñimiento, por lo tanto hay que comerlo con la piel.

Los espárragos blancos son muy nutritivos, siendo ricos en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes; y además presenta proteínas vegetales de gran calidad. Son muy ricos en fibra, por lo que son muy beneficiosos para aquellas personas que padecen estreñimiento. Con propiedades diuréticas, por lo que son de gran interés para aquellos que presentan retención de líquidos y tensión arterial alta, pero los espárragos en conserva, presenta niveles altos de sodio, que hace el efecto contrario (sube la tensión arterial). Por lo tanto, las personas con tensión alta deben tomar con moderación los alimentos en conservas y decantarse por los frescos.

En definitiva, estamos ante una receta económica y fácil, ideal para aquellas personas que quieren hacer dieta para adelgazar. Si este plato lo acompañamos de un segundo rico en proteínas o/y hidratos de carbono, conseguiremos una dieta equilibrada.