Ingredientes
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ciruela 195 gr. 3 Unidad 79.15 kcal.
Preparación
Es importante preparar cualquier fruta antes de consumirla para garantizar una higiene, con el fin de eliminar residuos de fitosanitarios y los restos de tierra o posibles insectos que hayan quedado adheridos.
Para ello, se procederá a seguir unos pasos previos antes del lavado con el fin de evitar la contaminación cruzada y lograr que la conservación de las frutas sea lo más óptima posible.
Antes de nada, nos lavaremos bien las manos antes de manipular la fruta.
Seguidamente, lavaremos la fruta con agua corriente, siempre y cuando sea potable.
Se desaconseja el uso de sustancias que desinfectan o limpian las frutas, así como el uso de detergentes, pues estos pueden quedarse adheridos en la piel de las mismas y causar algún tipo de intoxicación.
Es recomendable lavar las frutas en el momento en que se vayan a consumir, y proceder a su secado mediante papel de cocina de un solo uso.
Las frutas que pertenecen al grupo de las bayas o frutos del bosque, merecen especial cuidado a la hora de manipularlas, pues son delicadas a los golpes y podrían deteriorarse (fresas, frambuesa, arándano).
Las frutas que son de consistencia más dura y que además tienen una piel comestible, deberemos lavarlas bien antes de consumirlas, ya sea con o sin piel (melocotón, manzana, pera).
Aquellas frutas que presentan una piel no comestible (aguacate, papaya, mango), las lavaremos bien de igual forma, para evitar contaminarlas una vez las pelemos.
Existen frutas más grandes con una piel o corteza mucho más resistente (piña, sandía, melón). Suelen tener más cantidad de suciedad, como tierra y polvo. Deberemos lavarlas igualmente antes de proceder a partirlos, y además, es recomendable usar un cuchillo distinto para partirlas y otro para trocearlas.
En definitiva, emplearemos un método de lavado, pelado y troceado, siempre asegurando unas medidas de higiene que permitan hacer seguro el consumo de las frutas.
Información adicional
Aporta una gran cantidad de agua a la dieta, por lo que ayuda a mentener un buen estado de hidratación. Entre sus componentes, destacan los hidratos de carbono, en concreto el sorbitol, que le atorga a esta fruta un efecto laxante. Es interesante para aquellas personas que sufren de estreñimiento pues les ayuda a regular el tránsito intestinal.
No aporta un contenido relevante en cuanto a vitaminas, aunque algunas como la vitamina E le confieren una poder antioxidante.
La provitamina A, o betacaroteno, se encuentra especialmente en aquellas variedades de color oscuro. En nuestro organismo transforma en vitamina A, jugando un papel esencial en la función visual, la piel, las mucosas, el cabello, los huesos y e sistema inmune.
Otro compuestos interesantes a nivel nutricional son las antocianinas. Se trata de unos pigmentos con una función antioxidante y antiséptica.
Entre los minerales presentes, destaca el potasio, que juega un papel fundamental en la transmisión de los impulsos nerviosos, apoyo en la actividad muscular en condiciones normales y mantenimiento del balance hídrico dentro y fuera de las células.