Ingredientes
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litchi 200 gr. 10 Unidad 51.53 kcal.
Preparación
Es importante preparar cualquier fruta antes de consumirla para garantizar una higiene, con el fin de eliminar residuos de fitosanitarios y los restos de tierra o posibles insectos que hayan quedado adheridos.
Para ello, se procederá a seguir unos pasos previos antes del lavado con el fin de evitar la contaminación cruzada y lograr que la conservación de las frutas sea lo más óptima posible.
Antes de nada, nos lavaremos bien las manos antes de manipular la fruta.
Seguidamente, lavaremos la fruta con agua corriente, siempre y cuando sea potable.
Se desaconseja el uso de sustancias que desinfectan o limpian las frutas, así como el uso de detergentes, pues estos pueden quedarse adheridos en la piel de las mismas y causar algún tipo de intoxicación.
Es recomendable lavar las frutas en el momento en que se vayan a consumir, y proceder a su secado mediante papel de cocina de un solo uso.
Las frutas que pertenecen al grupo de las bayas o frutos del bosque, merecen especial cuidado a la hora de manipularlas, pues son delicadas a los golpes y podrían deteriorarse (fresas, frambuesa, arándano).
Las frutas que son de consistencia más dura y que además tienen una piel comestible, deberemos lavarlas bien antes de consumirlas, ya sea con o sin piel (melocotón, manzana, pera).
Aquellas frutas que presentan una piel no comestible (aguacate, papaya, mango), las lavaremos bien de igual forma, para evitar contaminarlas una vez las pelemos.
Existen frutas más grandes con una piel o corteza mucho más resistente (piña, sandía, melón). Suelen tener más cantidad de suciedad, como tierra y polvo. Deberemos lavarlas igualmente antes de proceder a partirlos, y además, es recomendable usar un cuchillo distinto para partirlas y otro para trocearlas.
En definitiva, emplearemos un método de lavado, pelado y troceado, siempre asegurando unas medidas de higiene que permitan hacer seguro el consumo de las frutas.
Información adicional
El litchi tiene un contenido en agua muy elevado. Presenta grandes cantidades de hidratos de carbono y es bajo en proteínas y grasas. El valor calórico no es muy alto.
En cuanto a las vitaminas, destaca la vitamina C y las vitaminas del grupo B, especialmente el ácido fólico.
El mineral mayoritario es el potasio, aunque también aporta en menor proporción magnesio. El contenido en fibra es bajo.
Es una fruta fácil de comer, pues simplemente se tiene que partir por la mitad y retirar el hueso del medio. La facilidad para consumirla, el sabor, la textura y las propiedades nutritivas la hacen muy adecuada para todos los grupos de edad.
Contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, impidiendo que se formen placas de ateroma en las arterias. El bajo contenido en sodio y la riqueza en potasio, lo convierten en una fruta recomendada para aquellas personas que presenten problemas cardiovasculares, como hipertensión arterial.