Ingredientes

  • pera 200 gr. 1 Unidad grande 89.94 kcal.

Preparación

Es importante preparar cualquier fruta antes de consumirla para garantizar una higiene, con el fin de eliminar residuos de fitosanitarios y los restos de tierra o posibles insectos que hayan quedado adheridos.

Para ello, se procederá a seguir unos pasos previos antes del lavado con el fin de evitar la contaminación cruzada y lograr que la conservación de las frutas sea lo más óptima posible.
Antes de nada, nos lavaremos bien las manos antes de manipular la fruta.

Seguidamente, lavaremos la fruta con agua corriente, siempre y cuando sea potable.

Se desaconseja el uso de sustancias que desinfectan o limpian las frutas, así como el uso de detergentes, pues estos pueden quedarse adheridos en la piel de las mismas y causar algún tipo de intoxicación.

Es recomendable lavar las frutas en el momento en que se vayan a consumir, y proceder a su secado mediante papel de cocina de un solo uso.

Las frutas que pertenecen al grupo de las bayas o frutos del bosque, merecen especial cuidado a la hora de manipularlas, pues son delicadas a los golpes y podrían deteriorarse (fresas, frambuesa, arándano).

Las frutas que son de consistencia más dura y que además tienen una piel comestible, deberemos lavarlas bien antes de consumirlas, ya sea con o sin piel (melocotón, manzana, pera).

Aquellas frutas que presentan una piel no comestible (aguacate, papaya, mango), las lavaremos bien de igual forma, para evitar contaminarlas una vez las pelemos.

Existen frutas más grandes con una piel o corteza mucho más resistente (piña, sandía, melón). Suelen tener más cantidad de suciedad, como tierra y polvo. Deberemos lavarlas igualmente antes de proceder a partirlos, y además, es recomendable usar un cuchillo distinto para partirlas y otro para trocearlas.

En definitiva, emplearemos un método de lavado, pelado y troceado, siempre asegurando unas medidas de higiene que permitan hacer seguro el consumo de las frutas.

Información adicional

El componente en mayor cantidad de la pera es el agua, con un 80 %, por lo que es muy fácil de digerir. Es una fruta que aporta grandes cantidades de azúcares, fibra, minerales y unos compuestos llamados taninos que tienen una acción astringente sobre el organismo.

Está indicada en dietas de adelgazamiento por su alto contenido en pectina, un tipo de fibra soluble, de consistencia gelatinosa, que presentan las frutas, verduras y legumbres. Actúa como saciante y aumenta el volumen fecal, pues rehidrata las haces, regulando la función intestinal.

No presenta un contenido especialmente relevante en vitaminas, aunque destacan las vitaminas del grupo B (B2, B3, B6, C y K), también contienen calcio, ácido fólico, potasio, magnesio, cobre y manganeso, entre otros minerales.

La pera se considera una fruta hipoalergénica, pues tiene un índice de respuesta alérgica considerablemente menor que cualquier otro tipo de fruta.

Por otro lado, la piel de las peras contiene quercitina. Se trata de un antioxidante presente de forma natural en la piel que reduce los radicales libres y la presión sanguínea.