Ingredientes
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uva blanca 200 gr. 1 Porción mediana 120.24 kcal.
Preparación
Es importante preparar cualquier fruta antes de consumirla para garantizar una higiene, con el fin de eliminar residuos de fitosanitarios y los restos de tierra o posibles insectos que hayan quedado adheridos.
Para ello, se procederá a seguir unos pasos previos antes del lavado con el fin de evitar la contaminación cruzada y lograr que la conservación de las frutas sea lo más óptima posible.
Antes de nada, nos lavaremos bien las manos antes de manipular la fruta.
Seguidamente, lavaremos la fruta con agua corriente, siempre y cuando sea potable.
Se desaconseja el uso de sustancias que desinfectan o limpian las frutas, así como el uso de detergentes, pues estos pueden quedarse adheridos en la piel de las mismas y causar algún tipo de intoxicación.
Es recomendable lavar las frutas en el momento en que se vayan a consumir, y proceder a su secado mediante papel de cocina de un solo uso.
Las frutas que pertenecen al grupo de las bayas o frutos del bosque, merecen especial cuidado a la hora de manipularlas, pues son delicadas a los golpes y podrían deteriorarse (fresas, frambuesa, arándano).
Las frutas que son de consistencia más dura y que además tienen una piel comestible, deberemos lavarlas bien antes de consumirlas, ya sea con o sin piel (melocotón, manzana, pera).
Aquellas frutas que presentan una piel no comestible (aguacate, papaya, mango), las lavaremos bien de igual forma, para evitar contaminarlas una vez las pelemos.
Existen frutas más grandes con una piel o corteza mucho más resistente (piña, sandía, melón). Suelen tener más cantidad de suciedad, como tierra y polvo. Deberemos lavarlas igualmente antes de proceder a partirlos, y además, es recomendable usar un cuchillo distinto para partirlas y otro para trocearlas.
En definitiva, emplearemos un método de lavado, pelado y troceado, siempre asegurando unas medidas de higiene que permitan hacer seguro el consumo de las frutas.
Información adicional
La composición nutricional de la uva varia dependiendo si se trata de uvas negras o uvas blancas.
Destaca la gran cantidad de azúcares que presenta, principalmente fructosa y glucosa, en mayor abundancia en las uvas blancas. Por este motivo es una de las frutas más calóricas.
En cuanto a minerales, la variedad de uva blanca destaca por su contenido en magnesio y calcio.
Presenta una gran cantidad de ácido fólico y vitamina B6, ésta última en una cantidad tan relevante que únicamente se ve superada por algunas frutas desecadas y frutas tropicales.
La uva contiene gran cantidad de sustancias beneficiosas para la salud (antocianinas, flavonoides y taninos). Son sustancias de acción antioxidante y responsables de los pigmentos que le dan color a la uva, así como el aroma y textura que las hace características.
Los antioxidantes, flavonoides y resveratrol, producen efectos beneficiosos en la circulación, ya que aumenta la vasodilatación, el flujo sanguíneo, actúan como antiagregantes plaquetarios e inhibe la oxidación del colestrol LDL impidiendo que se acumule en las arterias formando placas de ateroma.
Su consumo deberá ser controlado por aquellas personas que siguen dietas bajas en potasio o que sufren de insuficiencia renal.
En general, la uva es una fruta que contribuye al buen estado de arterias y corazón, promoviendo una buena salud cardiovascular.