Ingredientes
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garbanzo seco 250 gr. 1 Taza de desayuno 354.70 kcal. -
espinaca envasada 300 gr. 1 Envase grande 20.99 kcal. -
zanahoria 120 gr. 1 Pieza mediana 30.71 kcal. -
tomate 100 gr. 1 Pieza pequeña 17.85 kcal. -
ajo 5 gr. 1 Diente 91.56 kcal. -
cebolla 250 gr. 1 Pieza grande 33.91 kcal. -
pimentón dulce 2 gr. 1 Pellizco 311.91 kcal. -
comino molido 2 gr. 1 Pellizco 445.20 kcal. -
sal 2 gr. 1 Pellizco 0.00 kcal. -
aceite de oliva 30 gr. 6 Cucharada de postre 900.00 kcal. -
huevo de gallina 240 gr. 4 Unidad 138.42 kcal.
Preparación
1. Ponemos los garbanzos en remojo con agua y sal la noche antes.
2. Al día siguiente enjuagamos los garbanzos bajo el chorro de agua fría.
3. Los cocemos en una olla a presión con agua hirviendo.
4. Limpiamos, pelamos y cortamos al gusto todas las verduras.
5. Ponemos una pequeña cantidad de aceite en una sartén y cuando esté caliente añadimos el diente de ajo y dejamos que se dore. Una vez dorado añadimos la cebolla.
6. Una vez esté todo pochado, agregamos el tomate y la zanahoria y a continuación las espinacas. Seguimos removiendo hasta que esté todo tierno.
7. Justo antes de retirar la sartén del fuego agregaremos el pimentón y el comino, rehogamos y rápidamente mojamos con un cazo de caldo de los garbanzos.
8. Cuando los garbanzos comiencen a estar tiernos, agregamos el sofrito de verduras.
9. Sazonamos con sal y dejamos cocer despacio hasta que esté en su punto.
10. Finalmente lo pasamos a un plato junto con un huevo duro pelado y ya tenemos un plato maravilloso y saludable.
Información adicional
Receta saludable, que nos da un aporte energético a través de los garbanzos y un aporte nutricional mediante las verduras.
Los garbanzos presentas proteínas vegetales e hidratos de carbono de asimilación lenta, por lo que las personas diabéticas las pueden tomar sin ningún temor. Destaca su riqueza en lecitina, tipo de grasa que ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre; también es rico en ácidos grasos esenciales, destacando el omega-6. También son ricas en vitaminas (del grupo B), minerales (hierro, potasio y calcio) y fibra. Su contenido en hierro hace que sea beneficioso para aquellas personas con anemia ferropénica y el potasio evita la hipertensión. Contiene fibras solubles e insolubles; las solubles ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y colesterol en sangre, previniendo las enfermedades cardiovasculares; y las insolubles regulan el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.
Las espinacas son muy nutritivas, siendo ricas en vitaminas (B, C y E), minerales (potasio, calcio, fosforo, magnesio y hierro), fibra y antioxidantes. Destaca por ser una de las verduras con más propiedades antioxidantes, siendo ideal para prevenir la aparición del cáncer. También destacar, que presenta coenzima Q-10, que combate el cansancio y ácido fólico, importante durante el embarazo para evitar la espina bífida en el futuro bebé.
Están totalmente contraindicadas en personas con artritis, gota y cálculos, ya que favorecen el desarrollo de cálculos renales. Presenta altos niveles de vitamina K, que participa en la coagulación de la sangre y un elevado consumo de estas verduras (vitamina K) puede interferir con ciertos medicamentos (ej. Sintrón) para regular la coagulación de la sangre.
El huevo, uno de los alimentos más completos debido al equilibrio nutricional que contiene. Presenta principalmente proteínas de alto valor biológico. Las grasas que encontramos, se encuentran concentradas en la yema y son grasas saludables y además presenta un alto contenido en colesterol. También es rico en vitaminas (A, D, E y del grupo B) y minerales (zinc, hierro, selenio, yodo y fósforo). El huevo es la principal fuente de colina, componente importante para el funcionamiento e integridad de las células y contiene carotenoides, antioxidantes que están relacionados con la prevención de enfermedades degenerativas como las cataratas o el cáncer.
En definitiva, podemos decir que estamos ante una receta sana, perfecta para llevar una dieta equilibrada.